El ministro de Interior de Reino Unido, Sajid Javid, visita la Patrulla de Fronteras de Dover este miércoles. GETTY

Las cifras son insignificantes si se comparan con el número de inmigrantes que intenta llegar a Europa desde el norte de África a través del Mediterráneo. Pero en el enrarecido clima político que vive Reino Unido a menos de tres meses del Brexit, el aumento de personas rescatadas en las últimas semanas en el canal de la Mancha mientras intentaban llegar a la costa inglesa desde Calais (Francia) ha hecho sonar las alarmas. Solo en el mes de noviembre, 109 inmigrantes fueron rescatados en 13 embarcaciones a la deriva por los guardacostas de Reino Unido, un 160% más que en octubre, según un informe de las autoridades británicas al que ha tenido acceso este periódico. El Gobierno ha tomado la decisión extrema de enviar un buque de la Marina Real Británica, el HMS Mersey, para contribuir en las tareas de vigilancia.

Según las asociaciones humanitarias, el incremento de los controles en los puertos de partida de los ferris en Francia y en los trayectos ferroviarios ha hecho que ascienda el número de intentos de realizar la travesía en bote. Los barcos salen de noche desde varias playas del norte de Francia, lejos de áreas edificadas y suelen llegar al sur de Kent, donde el canal de la Mancha es más estrecho. Las fuerzas de seguridad británicas han constatado en este documento que un viaje de Francia a Reino Unido puede alcanzar los 13.000 euros.

Desde el pasado 25 de diciembre han sido rescatados ya más de cien inmigrantes, 40 de ellos el mismo día de Navidad. El ministro del Interior, Sajid Javid, se vio obligado a suspender su safari vacacional en Sudáfrica para regresar de inmediato a Londres y celebrar una reunión de urgencia con otros miembros del Gobierno. “Puedo confirmar que el buque patrullero HMS Mersey ha sido desplegado en el estrecho de Dover para ayudar a la Fuerza Fronteriza británica y las autoridades francesas a la hora de responder ante el cruce de migrantes”, ha indicado el ministro de Defensa, Gavin Williamson, en un comunicado.

Más allá de la eficacia del despliegue, la maniobra oculta una guerra política interna entre los políticos conservadores que aspiran a hacerse con el liderazgo del partido y exageran la gravedad de la situación mientras regatean los costes de todo el dispositivo. El ministro de Defensa Williamson; Javid, ministro del Interior; y Jeremy Hunt, el ministro de Exteriores, apenas ocultan ya sus ambiciones profesionales y han utilizado esta crisis migratoria para mostrar músculo. “La profesionalidad de la Marina Real supone que la tripulación del HMS Mersey ha podido desviarse de inmediato de sus operaciones rutinarias para ayudar a evitar que los inmigrantes realicen la peligrosa travesía a través del canal de la Mancha”, ha asegurado Williamson en un comunicado. En la carrera por ponerse cuanto antes la medalla, le ha respondido Javid: “Mi prioridad sigue siendo proteger las fronteras de Reino Unido y evitar la pérdida de vidas en el Canal. Por estas razones, el Gobierno ha decidido desplegar el buque de la Marina para que apoye los esfuerzos actualmente en activo”.

Según las normas presupuestarias internas, el departamento que solicita ayuda del ejército está obligado a cargar con los costes. En este caso, los más de 33.000 euros que supondrá la operación de refuerzo correrán a cargo de Interior, a pesar de que la oferta inicial surgió de Defensa. Se trata de una medida provisional a la espera de que regresen a la zona dos buques guardacostas que se hallaban desplegados para otras tareas en el mar Egeo y en el Mediterráneo.

Al estar todos los departamentos ministeriales concentrados en los preparativos del Brexit, previsto para el próximo 29 de marzo, cualquier crisis imprevista es vista como un acto de negligencia y descuido y utilizada en la refriega política. Y el incremento en el número de inmigrantes procedentes de las costas francesas, aunque cuantitativamente poco significativo, no ha sido una excepción. Las organizaciones humanitarias lo achacan a la condición de calma del mar, inusual en esta época del año. La mayoría de los inmigrantes rescatados son de procedencia iraní o siria.

En cualquier caso, el ministro del Interior ha sufrido las críticas y la presión desde sus propias filas y desde la oposición laborista. Esta última ha exigido mayor cooperación con las autoridades francesas. “Podemos aumentar el número de [embarcaciones] patrulleras, pero eso no es más que una medida paliativa”, ha dicho la portavoz de Interior del Partido Laborista, Diane Abbott. “Las mafias están dando a los inmigrantes la impresión falsa de que se puede cruzar fácilmente el estrecho, porque quieren hacerse con su dinero. Debemos transmitirles que están poniendo sus vidas en manos de estas mafias, y a no ser que aumentemos la cooperación con Francia es solo cuestión de tiempo hasta que ocurra una horrible tragedia”, ha advertido.

Serbia ofreció el pasado mes de agosto a los ciudadanos iraníes la posibilidad de viajar sin visado. Poco después, en octubre, se anuló esta medida tras las presiones de la UE. Sin embargo, para entonces ya habían entrado en territorio serbio más de 15.000 iraníes y muchos de ellos comenzaron a desplazarse hacia el oeste del continente. Muchos de ellos llegaron a la costa de Calais, junto a un amplio número de refugiados huidos de la guerrra de Siria.

En su informe sobre esta ruta, las fuerzas de seguridad no esconden su preocupación por el previsible crecimiento de esta opción migratoria. “Debido al visible éxito de esta ruta es probable que otras nacionalidades empiecen a utilizarla”, mantiene el documento. “Con un aumento de la popularidad de esta ruta, existe la posibilidad de que haya conflictos por el control de las playas, los barcos y los clientes. También es probable que si los botes [normalmente de pesca] continúan siendo robados haya altercados con los propietarios”, alerta.

OBLIGADOS A RESPIRAR EN BOLSAS DE PLÁSTICO
Las mafias están explotando la ruta marítima a Reino Unido convirtiendo esta opción en una alternativa viable para los cientos de inmigrantes que esperan a dar el salto desde el norte de Francia. Un informe elaborado en noviembre por varios cuerpos de seguridad británicos detalla algunas de las peculiaridades de esta ruta.

Algunos de los puntos de salida identificados por las fuerzas de seguridad son el puerto de Boulogne, las playas de Wimereux y Wissant así como las playas más próximas al puerto de Calais. Las barcas, generalmente de pescadores, llegan aún de noche al sur de Kent, donde el canal de la Mancha es más estrecho.

Las autoridades británicas han constatado que existen vínculos entre el enlace que organiza la travesía en Francia y traficantes en Reino Unido que recogen el dinero en casas de cambio. Los largos viajes que realizan los migrantes antes de llegar a Francia revelan además que los tentáculos de la mafia se extienden al país de origen. Los iraníes que ingresaron en Reino Unido utilizando una ruta marítima, por ejemplo, viajaron desde Turquía hasta Francia en la parte trasera de camiones sin saber qué países atravesaron.

El informe detalla que para evitar la truculencia de los traficantes, los interesados en llegar a Reino Unido que se encuentran en campos de inmigrantes en Francia están uniéndose para juntar dinero y poder comprar sus propias barcas en Internet.

Los viajes como polizones que cruzan el Canal escondidos en camiones continúan siendo una alternativa peligrosa para quien quiere llegar a Reino Unido de forma clandestina. Los traficantes están animando a los migrantes a respirar dentro de bolsas de plástico para reducir la cantidad de CO2 y burlar así los controles usados para alertar de la presencia de polizones, lo que supone un riesgo alto de que los migrantes sufran hipoxia antes de ser encontrados.