El banquero de inversión y filántropo George Soros da un discurso el 19 de noviembre en Viena. HERBERT NEUBAUER AFP

Open Society, la fundación del multimillonario George Soros, ha decidido poner fin a sus actividades en Turquía debido a la campaña de ataques desatada recientemente por el presidente Recep Tayyip Erdogan, que la acusa de haber financiado la multitudinaria revuelta de Gezi en el año 2013, uno de los mayores actos de contestación a los que se ha enfrentado el político islamista en sus más de 15 años de mandato. “Dado el incremento de acusaciones infundadas y especulaciones exageradas en los medios durante los últimos días, el Consejo de Administración sostiene que se ha hecho imposible continuar con las actividades de la fundación”, explica Open Society en un comunicado.

Durante un encuentro con alcaldes la pasada semana, Erdogan dijo que tras las protestas de Gezi se escondía “el famoso judío húngaro Soros”. “Este hombre tiene mucho dinero y se lo gasta en pagar a gente para que haga pedazos los países”, afirmó el presidente turco: “Su representante en Turquía también viene de familia rica y ha apoyado este tipo de actos terroristas. Pero ahora está en prisión”. Se refería con ello a Osman Kavala, conocido filántropo turco y fundador de la ONG Anadolu Kültür, que se halla en la cárcel desde hace más de un año sin que todavía se hayan especificado los cargos por los que fue detenido. “Las acusaciones de que dirigí y financié los sucesos de Gezi son infundadas y espero que el sumario de imputación sea presentado cuanto antes para poder demostrar que no se sostienen”, dijo Kavala en un comunicado publicado en su web.

El diario progubernamental Sabah publicó este lunes que, entre 2011 y 2017, Open Society donó a Anadolu Kültür más de 13,5 millones de dólares (12 millones de euros), de los cuales un millón fue transferido en fechas próximas a la mentada revuelta. Pero Open Society se defiende alegando que todas sus donaciones y cuentas “han sido auditadas por la Dirección General de Fundaciones” que depende del Gobierno turco y que, en los últimos cinco años, ha financiado proyectos en el campo de “la igualdad, la democratización y los derechos civiles” de 75 ONG y 15 instituciones públicas turcas.

Kavala, efectivamente, aparece como miembro del Consejo de Administración de Open Society en Turquía. Pero entre sus directivos también hay otras personas de renombre como las académicas Ayse Soysal o Binnaz Toprak (actualmente diputada de la oposición), o los empresarios Ishak Alaton y Can Paker, este último yerno de Mehmet Barlas, uno de los mayores apologetas de Erdogan en los medios turcos. De hecho, hubo un tiempo en que las relaciones entre Erdogan y la Open Society se asemejaban a una luna de miel. Por ello, la organización de Soros, que ya financiaba proyectos en Turquía desde 2001, decidió en 2008 constituirse como una fundación de acuerdo a las estrictas leyes turcas que regulan este tipo de asociaciones, todo ello con el beneplácito del Ejecutivo islamista.

Las acusaciones contra Soros no son nuevas y se llevan repitiendo en Turquía desde 2013, pero han resurgido ahora con inusitada virulencia, en consonancia con las nuevas investigaciones contra el entorno de las protestas de Gezi. El 16 de noviembre, 14 académicos y activistas fueron detenidos: entre ellos había varios directivos de Anadolu Kültür y uno de los fundadores de Open Society en Turquía, Hakan Altinay. Este lunes, también han sido detenidos cerca de dos decenas de sindicalistas, militantes políticos y activistas del ámbito de la izquierda en diversas ciudades de Turquía, aunque se desconoce si están relacionadas con las de la semana pasada.

El pasado mayo, la fundación de Soros abandonó Hungría ante las presiones del Gobierno ultraconservador de Viktor Orbán. Precisamente en ese país dio sus primeros pasos la Open Society en los noventa, creada por este magnate de la banca de inversión para promocionar la democracia liberal en países excomunistas pero que se ha extendido por buena parte del globo.