Biya gana las elecciones en Camerún y la oposición recurre al Constitucional

El mandatario, en el poder desde 1982, obtiene el 71% de los sufragios según las autoridades electorales

0
782

Una de las bulliciosas calles en Camerún, con el cartel electoral de Paul Biya, el 11 de octubre de 2018. SUNDAY ALAMBA AP
Paul Biya, de 85 años y presidente de Camerún desde 1982, ha sido proclamado vencedor de las elecciones celebradas el pasado 7 de octubre en su país por la Comisión Electoral Nacional. Según las cifras facilitadas por este organismo, Biya obtuvo el 71% de los sufragios en unas elecciones marcadas por la baja participación (53,5% de un censo muy reducido respecto a los potenciales votantes), las sospechas de fraude y los intentos de manipulación a través de Internet.

Casi nadie contemplaba un escenario diferente al de una victoria aplastante de Biya en estos comicios. El octogenario presidente, quien apenas hizo campaña, alcanza así su séptimo mandato consecutivo y, si la biología lo permite, podría llegar hasta los 92 años en el poder. Los tres candidatos que quedaron por detrás de Biya, Maurice Kamto (14,4% de los votos), Cabral Libii (6,3%) y Joshua Osih (3,2%), han anunciado recurso al Tribunal Constitucional, un órgano de discutible imparcialidad cuyos miembros han sido nombrados directamente por el jefe de Estado, lo que hace que sus opciones de victoria sean escasas.

Numerosas irregularidades han salpicado todo el proceso, como la existencia de colegios electorales con más votos que personas inscritas. Dichas anomalías, sobre todo en las regiones del noroeste y sudoeste donde tiene lugar un conflicto separatista desde hace dos años, han sido recogidas por los principales partidos de oposición para presentarlas como pruebas ante el Constitucional, que tiene tres días a partir de este martes para tomar una decisión. La proclamación oficial de resultados tendrá lugar el próximo día 22.

En concreto, Kamto, que sorprendió al mundo proclamándose vencedor de las elecciones al día siguiente de la cita con las urnas, reclama la anulación de los comicios en siete de las diez regiones del país. Por su parte, Osih, candidato del Frente Social y Democrático (SDF), remarcó que “la impotencia de la Administración” para garantizar las mínimas condiciones de seguridad hizo imposible el voto en las regiones Noroeste y Sudoeste donde, según el International Crisis Group (ICG), la tasa de participación rondó apenas el 5%. Finalmente, Libii declaró a la agencia France Presse que las elecciones no habían sido “ni libres, ni creíbles, ni democráticas, ni transparentes”.

La oposición también ha lamentado la divulgación de noticias falsas durante la campaña y el proceso de recuento, tanto a través de las redes sociales como de los medios de comunicación. Uno de los hechos más llamativos tuvo lugar al día siguiente de las votaciones, cuando la televisión pública CRTV emitió las declaraciones de supuestos observadores de la ONG Transparencia Internacional que se congratulaban de unos comicios calificados como “verdadera lección de democracia”. Sin embargo, esta organización negó que estas personas formaran parte de su misión de observación.

Las fake news han afectado a todos los candidatos. La utilización masiva de las redes sociales como una herramienta de intoxicación, tanto por parte de miembros de la mayoría presidencial como simpatizantes de la oposición, ha motivado incluso el anuncio por parte del Ejecutivo de la creación de una agencia gubernamental destinada a combatir los bulos.