Japón y Corea del Sur, dos países que dependen del estrecho de Ormuz para la mayor parte de su suministro de hidrocarburos, comenzaron a tomar medidas este lunes ante las posibles disrupciones en esta vía de transporte a raíz del conflicto en Oriente Medio.
Japón importa más del 90 por ciento de su petróleo de Oriente Medio, según datos gubernamentales, y alrededor del 80 por ciento de los petroleros que transportan crudo a Japón pasan por el Estrecho de Ormuz, cuyo cierre ha sido exigido por el Parlamento iraní en respuesta al ataque de Estados Unidos.
El Ejecutivo nipón, que ya ha advertido en días anteriores sobre las graves consecuencias que tendría el cierre del estrecho para la economía nacional y para la global, cuenta con reservas de petróleo que permitirían cubrir su demanda de forma íntegra durante unos 250 días en caso de un corte total del suministro.
Asimismo, dos de las principales firmas niponas de transporte marítimo, Nippon Yusen y Mitsui, han ordenado a sus buques cisterna que pasen el menor tiempo posible en el golfo pérsico mientras continúan transitando por Ormuz, ante el riesgo de ataques a barcos o posibles disrupciones de esta vía.
Las navieras han intensificado la vigilancia de sus barcos, ampliándola a las 24 horas del día, y comparten información en tiempo real con otros barcos que operan en la región, según dijeron portavoces de ambas empresas a medios locales.
¿Cómo le afecta a Corea del Sur el posible cierre del estrecho de Ormuz?
Corea del Sur, que importa de Oriente Medio alrededor del 70 por ciento de su crudo, el cual transita prácticamente en su totalidad por Ormuz, también está tomando medidas similares.
La Corporación Nacional de Petróleo de Corea (KNOC, por sus siglas en inglés), de propiedad estatal, informó este lunes de que está monitoreando de cerca el suministro mundial de petróleo y preparándose para una posible liberación de reservas estratégicas.
“Hemos comenzado a monitorear durante las 24 horas los cambios en los precios internacionales del crudo y las circunstancias que rodean los mercados petroleros, tanto nacionales como internacionales, mientras revisamos nuestro sistema de respuesta por etapas”, señaló la KNOC en un comunicado de prensa.
El organismo añadió que ha llevado a cabo una inspección de emergencia de las reservas nacionales para prepararse ante una posible liberación de las mismas.
Corea del Sur cuenta con reservas petroleras suficientes para cubrir aproximadamente 206.9 días de la demanda nacional, cifra muy por encima del volumen recomendado por la Agencia Internacional de Energía, según la KNOC.
Asimismo, para hacer frente a una posible crisis del crudo, la KNOC ha firmado múltiples acuerdos de almacenamiento conjunto que cubren un total combinado de 23.13 millones de barriles con siete compañías petroleras globales, incluidas algunas de Medio Oriente, y ha asegurado prioridad para adquirir el volumen contratado en caso de interrupciones en el suministro.
El pasado viernes, el presidente de la Federación de Compañías Eléctricas de Japón, Kingo Hyashi, llamó por su parte a las firmas niponas a “explorar vías para diversificar y flexibilizar su suministro” de crudo, ante una potencial disrupción prolongada de los envíos del hidrocarburo a raíz del conflicto en Oriente Medio.