
Ismael El Mayo Zambada ha caído. Autoridades de Estados Unidos han arrestado este jueves a uno de los líderes del Cartel de Sinaloa en El Paso, Texas. La Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés) daba como recompensa 15 millones de dólares por su cabeza. El Mayo, de 76 años, era requerido por las autoridades estadounidenses desde hace décadas. Zambada está acusado de crimen organizado, conspiración para cometer asesinato, lavado de dinero y distintos delitos relacionados con el narcotráfico, como el trasiego de cocaína, heroína, metanfetamina y fentanilo a Estados Unidos.
Siempre le ha rodeado una niebla espesa, un aire como de fantasma que hacía difícil separar la leyenda de la realidad. Empezó en el narcotráfico a los 16 años, cuando a finales de los sesenta aquello no pasaba del contrabando de marihuana. Pero un par de décadas más tarde ya era uno de los jefes de un imperio criminal. Sus socios y compadres han ido cayendo uno a uno, presos o muertos. Mientras que sobre él crecía el aura de ser casi intocable: nadie puede atrapar a El Mayo. Él mismo se encargó de cimentar su leyenda en una insólita entrevista en 2010 con el decano del periodismo mexicano, Julio Scherer. El Mayo lo invitó a sus dominios. Un chamizo en el corazón de la sierra sinaloense. Allí, el periodista le preguntó como había logrado librarse tanto tiempo de la cárcel y de la muerte. Le respondió que él era hijo del monte: “El monte es mi casa, mi familia, mi protección”.
El abogado del Ismael Mayo Zambada García, Frank Pérez, ha informado este viernes que el capo sinaloense no se entregó voluntariamente el jueves a las autoridades de Estados Unidos, según declaraciones recogidas por el redactor de justicia penal del medio estadounidense Los Ángeles Times, Keegan Hamilton. “No tengo ningún comentario, excepto para afirmar que no se entregó voluntariamente. Fue traído en contra de su voluntad”, ha afirmado el defensor de Zambada García, que explica que su cliente se ha declarado inocente de todos los cargos ante la Corte Federal de El Paso, Texas.
En medio de la discusión por el uso del fentanilo y la incursión de los cárteles de droga en territorio estadounidense, el presidente Joe Biden ha celebrado la detención de El Mayo Zambada y el hijo de El Chapo, aunque no ha mencionado alguna colaboración transfronteriza ni al Gobierno de México.
La fuerza de los narcotraficantes mexicanos ha sido un punto álgido entre demócratas y republicanos a unos meses de la elección. María Antonia Sánchez-Vallejo detalla la postura del presidente norteamericano alrededor de esta importante captura.
El arresto permite a la Administración demócrata defenderse de las acusaciones republicanas de permitir la entrada masiva de fentanilo en EE UU
La secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana, Rosa Icela Rodríguez, indicó esta mañana desde Palacio Nacional que el Gobierno de México no participó en la entrega o detención de los cofundadores del Cártel de Sinaloa, Ismael El Mayo Zambada y Joaquín Guzmán López en Estados Unidos.
“No sabemos si fue una entrega o una captura”, ha dicho esta mañana la próxima titular de Gobernación de Claudia Sheinbaum. Carmen Morán explica lo que se ha detallado desde La mañanera por parte de Rodríguez y acompañada del presidente, Andrés Manuel López Obrador, sobre la detención de Zambada.
Estados Unidos acusa a El Mayo Zambada de cinco cargos
El fiscal general de Estados Unidos, Merrick B. Garland, ha confirmado que la Justicia estadounidense acusará a Ismael ‘El Mayo’ Zambada de cinco cargos: tráfico de fentanilo, lavado de dinero, secuestro, uso de armas de fuego y conspiración para matar. Además, presentará también cargos contra Joaquín Guzmán López, el hijo de El Chapo, que solo serán por tráfico de cocaína, heroína y metanfetaminas. Garland ha enmarcado la detención de ambos líderes del Cartel de Sinaloa en el combate de EE UU contra el tráfico de fentanilo que ha generado una epidemia en el país.