“Es primero una violación del gobierno mexicano, a la que luego le sigue otra violación, pero teníamos que actuar, teníamos que tomar una decisión, porque había un plan para escapar (por parte de Glas)", apuntó Daniel Noboa. [Fotografía. EFE]

El presidente de Ecuador, Daniel Noboa, aseguró que no se arrepiente de haber ordenado el asalto a la embajada de México en Quito para detener a Jorge Glas.

“No me arrepiento”, afirmó Noboa en una entrevista al canal australiano SBS, difundida el lunes 15 de abril, la primera declaración del jefe de Estado desde el inicio de la crisis con México.

Glas, exvicepresidente durante el gobierno de Rafael Correa, había obtenido asilo horas antes por parte del Gobierno de López Obrador.

México violó primero las convenciones internacionales, se defiende Noboa

Ante la condena casi unánime de la comunidad internacional por romper la inviolabilidad de una sede diplomática, Noboa admitió que “fue una decisión muy difícil de tomar”, pero que lo hizo porque su Gobierno considera que fue México el primero en violar las convenciones internacionales.

“Es primero una violación del Gobierno mexicano, a la que luego le sigue otra violación, pero teníamos que actuar, teníamos que tomar una decisión, porque había un plan para escapar (por parte de Glas) del que estábamos al tanto”, declaró Noboa.

“Nosotros condenamos el hecho de que algunos gobiernos usen sus embajadas bajo la fachada de un refugio político que en realidad es impunidad, es salvar a los criminales de sus sentencias”, añadió.

El gobernante ecuatoriano recordó que la Convención de Caracas sobre asilo señala que no se le puede dar asilo a una persona procesada en tribunales ordinarios por delitos comunes.

Sobre el exvicepresidente pesaba una orden de detención e ingreso en prisión preventiva por el caso de obras de reconstrucción tras el fuerte terremoto ocurrido en 2016. En este caso, está imputado por presunto peculado (malversación de fondos públicos).

Respecto a la manera que planea solucionar la crisis con México, el presidente ecuatoriano aseguró que buscará almorzar con López Obrador.

“Invitaré a López Obrador a comer un ceviche, y probablemente también podemos comer unos tacos y hablar, cuando él esté listo”, manifestó.

Mientras Noboa explicaba su decisión de asaltar la sede diplomática de México, un colectivo de docentes se concentró ante el Ministerio de Educación, en Quito, para protestar contra lo que consideran un proceso de “militarización” en Ecuador, luego de que Noboa declarase el “conflicto armado interno” contra las bandas del crimen organizado, a las que llama “terroristas”.

Se trata de más de 150 docentes de 21 universidades de Quito, Cuenca, Esmeraldas y Guayaquil y otros de América Latina, Estados Unidos y Europa que rechazan la “militarización, represión y racismo” que, en su opinión, ha provocado la declaratoria de conflicto armado interno, tras la cual Noboa calificó de “terroristas” a 22 bandas.