La situación de violencia en Guerrero ha escalado al grado de buscar acuerdos entre grupos criminales. (Cuartoscuro)

La crisis de violencia en Guerrero ha acumulado episodios dolorosos en los últimos meses, y mientras los problemas se acrecientan, hay expertos que afirman la llegada de un nuevo pacto entre el crimen organizado en la entidad para que se calme la situación.

Se trata de una posible repartición de zonas entre grupos delictivos, esto después de un acuerdo al que las organizaciones criminales habrían llegado de la mano con el obispo emérito Salvador Rangel y Filiberto Velázquez, director del centro Minerva de Derechos Humanos.

La llegada de acuerdos entre cárteles de la zona, así como líderes de la iglesia también supondría implicaciones en el proceso electoral en curso, ya que se podrían definir candidaturas y procesos electorales de acuerdo con el periodista Eduardo Guerrero Gutiérrez en su columna para El Financiero.

Para comprender la crisis en Guerrero
Desde hace meses Guerrero atraviesa una serie de problemas que se han vuelto polémicos en el país por diferentes circunstancias.

El primero de ellos es la devastación provocada por el huracán Otis en octubre pasado, que dejó un saldo de decenas de muertos, además de que dañó miles de hogares en Acapulco y localidades colindantes, lo que significó un duro golpe a la economía de la entidad.

Quizás el aspecto más importante es el de la violencia, y aquí se pueden poner de ejemplo muchos casos como el feminicidio de la niña Camila en Taxco, lo que provocó el linchamiento de su secuestradora ante la molestia de la ciudadanía y desató una crisis política ante el intento de la gobernadora Evelyn Salgado por destituir a la fiscala de la entidad hace semanas.

A ello se puede sumar el incremento de manifestaciones de normalistas de Ayotzinapa, mismos que llegaron a momentos sumamente tensos cuando estrellaron una camioneta en Palacio Nacional ante la negativa de diálogo con el presidente Andrés Manuel López Obrador.

Y finalmente, otro de los temas fundamentales son las disputas entre grupos criminales, quienes en zonas como Taxco, Tierra Caliente, Coyuca de Benítez, la sierra de Guerrero y demás sitios pelean por el control de operaciones criminales.

Buena parte de todos estos problemas, según el columnista de El Financiero, podrían reducir con la llegada del supuesto acuerdo, que entre sus principales aspectos dio como resultado la creación del Cártel del Sur.

¿Cómo quedaría el mapa del narco en Guerrero tras acuerdo entre iglesia y cárteles?
Estos serían algunos puntos fundamentales en los acuerdos a los que llegaron los cárteles y otros grupos en Guerrero para terminar con la crisis de violencia:

Chilpancingo llegaría a la paz luego de un acuerdo entre Los Tlacos y Los Ardillos.
Los Tlacos tomarían control de la mayor parte de Chilpancingo.
Petaquillas quedaría bajo control de Los Ardillos.

Dicho pacto estaría detrás de que la presidenta municipal de Chilpancingo, Norma Otilia Hernández Martínez, no fuera reelecta en estas elecciones.
Los Tlacos también se apoderarían de Eduardo Neri y Heliodoro Castillo.
Los Ardillos controlarían Chilapa de Álvarez.
Los Tlacos tomarían Iguala, donde se prevé la reelección del PRI, ya que Morena no va a esas elecciones.
La Nueva Familia Michoacana tomaría entonces Taxco y San Miguel Totolapan, localidades en las que se espera el triunfo en las elecciones de Movimiento Ciudadano y el PRD respectivamente.
También aparecería de nuevo el Cártel del Sur, que será aliado del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y posiblemente pelearían por los municipios de Leonardo Bravo y Zumpango contra Los Tlacos.
Acapulco y Zihuatanejo no vivirían el supuesto reparto de tierras.