El título de esta columna hace referencia al correspondiente al libro de reciente publicación La casa sucia, escrito por Muna Dora Buchahin, con prólogo de Humberto Musacchio, en el que se detalla documentalmente la cloaca de redes de sobornos, amiguismo, extorsiones, cohecho e ilegalidad que conforma el aparato institucional de presunto combate a la corrupción, con acento en una de sus piezas, la Auditoría Superior de la Federación (ASF), de la que Buchahin fue directora de auditoría forense, luego despedida, amenazada e intimidada junto con su equipo de trabajo por no plegarse a maniobras de simulación y encubrimiento.
Siendo tal Auditoría Superior una de las habitaciones de una casa sucia, regenteada por David Colmenares Páramo, resulta altamente significativo, diríase que congruente, el enredo reciente en que otro involucrado en corrupciones y complicidades, Agustín Caso Raphael, fue despedido de la ASF y difundió una carta en la que invoca valores y aspiraciones de justicia y honestidad que sus críticos no le reconocen y que, en sustitución, hayan nombrado a Arely Gómez González.
La nueva Auditora especial de Desempeño de la ASF tiene un historial rigurosamente apegado al servicio de los políticos en el poder: fue determinante funcionaria con el derechista Mariano Azuela como presidente de la Corte; en enero de 2007, luego del fraude electoral calderonista, fue designada fiscal para asuntos electorales, cargo que ejerció hasta 2010, cuando renunció a días de las elecciones intermedias bajo acusaciones de violar la legislación del ramo e incluso operar a favor de candidatos del PAN (https://goo.su/VmyS y https://goo.su/pH1C ).
Con Peña Nieto, tuvo Arely Gómez una intensa actividad: llegó al Senado en 2012 por vía privilegiada (lista nacional); dejó el escaño en febrero de 2015 para días después sustituir a Jesús Murillo Karam en la Procuraduría General de la República y sostener el manto de ocultamiento y engaño en el caso de los 43 normalistas de Ayotzinapa; en octubre de 2016 recibió la titularidad de la Secretaría de la Función Pública al sustituir a Virgilio Andrade, luego de que éste había cumplido el encargo de encubrimiento en el caso de la casa blanca de Angélica Rivera, entonces esposa de Peña Nieto.
En febrero de 2019, el ministro Arturo Zaldívar la propuso como contralora del Poder Judicial de la Federación, y el Consejo de la Judicatura Federal aprobó la postulación. Ahora entra a la Auditoría Superior de la Federación como parte del equipo de Colmenares Páramo, que tuvo como promotor inicial al priísta Heladio Ramírez, quien fue gobernador de Oaxaca y cuyos hijos han tenido cargos diversos, uno de ellos, Luis Antonio Ramírez Pineda, como director del Issste, actualmente de Bancomext.
Colmenares Páramo fue designado titular de la ASF el 15 de marzo de 2018, con los votos del PRI peñista y del morenismo (se necesitaba mayoría calificada y se obtuvieron 377 votos: https://goo.su/VMNCu) y terminará su encargo el año próximo (encartada ahora, Arely Gómez podría ser incluida en la terna que una comisión de la ASF propondrá a la Cámara de Diputados).
Arely Gómez González es nieta de Salomón González Blanco, ya difunto, quien fue secretario de Estado y gobernador de Chiapas, abuelo también de Josefa González Blanco, quien debutó como efímera secretaria obradorista del Medio Ambiente y ahora es embajadora en Reino Unido, hija de Patrocinio González Blanco, que también fue gobernador de Chiapas y secretario de Estado (Gobernación, con Carlos Salinas) y de Patricia Ortiz Mena Salinas de Gortari.
Además, Arely es hermana de Leopoldo Gómez, quien fue vicepresidente de noticias de Televisa (fue corresponsable del montaje de Carlos Loret de Mola en el caso Florence Cassez e Israel Vallarta) y condujo durante ocho años el programa Tercer Grado.
Astillas
Otra frase efímeramente memorable de Xóchitl Gálvez en campaña: si a los 60 años no has podido hacer un patrimonio, eres bien güey… ¡Hasta el próximo lunes!
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