AMLO en conferencia matutina López Obrador habla durante la conferencia de prensa matutina del 8 de diciembre. SÁSHENKA GUTIÉRREZ (EFE)

Es un hecho que a la Suprema Corte de Justicia llegará una nueva ministra afín al oficialismo. El Senado de la República ha rechazado por segunda vez designar a una de las aspirantes incluidas en la terna enviada por el Ejecutivo para ocupar en el Supremo la vacante dejada por el ministro Arturo Zaldívar. Conforme al procedimiento establecido en el artículo 96 de la Constitución, tocará al presidente, Andrés Manuel López Obrador, seleccionar a una de las candidatas rechazadas por el Congreso y nombrarla directamente ministra de la Corte por un periodo de 15 años. Es la primera vez en México que un Ejecutivo hace uso de su facultad de designación por la falta de acuerdos entre las bancadas del Legislativo. Es muy probable que López Obrador se decante por la abogada Bertha Alcalde, hermana de la secretaria de Gobernación, Luisa Alcalde, y quien, en la primera votación de la terna, en noviembre, obtuvo la gran mayoría de sufragios de la bancada oficialista.

Morena y sus aliados del Partido Verde y el Partido del Trabajo no reúnen la mayoría cualificada requerida para aprobar el nombramiento de un nuevo ministro de la Suprema Corte (dos terceras partes de los senadores presentes en la sesión). El oficialismo estaba negociando con Movimiento Ciudadano (MC), un posible —e inesperado— nuevo socio, la posibilidad de construir la mayoría parlamentaria. Las pláticas iban hacia buen puerto, pero se cayeron en el último momento, y de manera estrepitosa. El senador morenista Ricardo Monreal dio a conocer este miércoles que él entabló las conversaciones con el dirigente de MC, el senador Dante Delgado.

Monreal refirió que el partido naranja demandaba un acuerdo amplio, que no se limitara a la designación de la nueva ministra de la Corte, sino que también incluyera otros nombramientos pendientes: magistrados en la Sala Superior del Tribunal Electoral federal (TEPJF), jueces en los tribunales electorales locales, magistrados en el Tribunal Federal de Justicia Administrativa y comisionados de la Comisión Nacional de Hidrocarburos. Pero Morena únicamente estaba interesado en sacar adelante la votación para el Supremo. “Ellos dijeron: ‘No. El acuerdo es integral. Si no sale uno, no sale nada”, relató Monreal en entrevista con los medios horas antes de la votación en el pleno del Senado. “Hasta ayer se estaba construyendo un acuerdo amplio; al final no se concretó, esa es la verdad”, concedió.

Más tarde, durante la sesión, la caída de las negociaciones fue manifiesta. Hubo algo más que eso, algo más aproximado a la ruptura. Delgado, desde la tribuna, dejó clara la preocupación de su partido por la situación crítica del Tribunal Electoral federal (TEPJF), que en días recientes sufrió una rebelión interna en la que un grupo de magistrados forzó la renuncia de su presidente, Reyes Rodríguez. A ello se suma que el Senado no ha hecho los nombramientos para ocupar las vacantes de dos magistrados de la Sala Superior, de modo que la institución está incompleta y dividida. A menos de seis meses de que se celebren las elecciones presidenciales y legislativas más complejas de la historia mexicana, la crisis del máximo órgano encargado de vigilar y calificar los comicios resulta alarmante, ha sostenido del líder de MC. “Me extraña y me preocupa que los acuerdos planteados por Movimiento Ciudadano para que le vaya bien al país se desdeñen por intereses facciosos”, ha señalado Delgado.

El dirigente emecista acusó a Morena, al PRI y al PAN de solapar, y de hecho incentivar, la crisis interna en el TEPJF. “En Movimiento Ciudadano hemos dialogado, sí, porque la política es la construcción de acuerdos, […] no para construir mafias, contubernios, hipocresías, simulaciones, ni para llegar a acuerdos en lo oscurito como lo hace Morena con el PRI, y el PRI con el PAN”, soltó Delgado. El senador dijo que desde la coalición opositora se ha señalado a MC de pactar con el Gobierno, cuando ha sido Alejandro Moreno, Alito, el dirigente del PRI, “quien ha entregado su voto al presidente en los momentos más cruciales para el Estado mexicano”, mientras que el líder del PAN, Marko Cortés, mira para otro lado. Los integrantes de la bancada naranja sostenían unos carteles que decían: “Ni con Morena ni con el PRIAN”.

Sin el acuerdo con MC; abiertamente distanciado de la coalición opositora formada por PAN, PRI y PRD; solo con el apoyo incondicional de sus aliados del Verde y el PT, Morena se lanzó a la aventura de sacar adelante la votación para elegir a la nueva ministra de la Corte, en una sesión que se prolongó hasta la madrugada de este jueves. El resultado fue el esperado. Ninguna de las aspirantes de la terna fue elegida por mayoría cualificada: ni Bertha Alcalde, ni Lenia Batres —hermana del jefe de Gobierno de Ciudad de México, Martí Batres—, ni Eréndira Cruzvillegas, directora jurídica de la Secretaría de Cultura, recibieron el apoyo de las dos terceras partes de los 121 senadores presentes en la sesión (se requería el voto de al menos 81 legisladores). “Me temo que será la primera vez en la historia del país que el presidente acuda a sus facultades constitucionales para que, en razón de la segunda terna rechazada, asuma su decisión en favor de una de ellas. Es la primera vez en la historia del constitucionalismo mexicano”, ha indicado Monreal.

Los acercamientos entre Morena y Movimiento Ciudadano, y el casi exitoso acuerdo para sacar adelante un nombramiento de todo el interés del oficialismo, son una muestra de la reconfiguración del tablero legislativo en el marco de pugna electoral de 2024. A lo largo de toda la Administración de López Obrador, MC se mostró reacio a pactar con Morena. De hecho, se lo veía más cercano a las posturas de la coalición opositora del PAN, PRI y PRD. Pero la crisis institucional en el Estado de Nuevo León hizo cambiar de parecer al partido naranja. Para los dirigentes de MC, el PRI y el PAN en el Congreso estatal fueron los responsables de obstruir las aspiraciones presidenciales del gobernador, el emecista Samuel García. Desde entonces, el partido naranja anunció su ruptura definitiva con la coalición opositora y, subrepticiamente, su disposición a negociar con el oficialismo. El acercamiento ha quedado inaugurado, pero MC ha demostrado que no dará un cheque en blanco a Morena.

La oposición en el Senado ha criticado los perfiles de las candidatas a la Corte por su escasa experiencia en los tribunales y, sobre todo, por su cercanía al proyecto político de López Obrador. La primera terna enviada por el Ejecutivo estaba conformada por Alcalde, Batres y Estela Ríos, consejera jurídica presidencial. Tras el rechazo en la Cámara alta, López Obrador envió una segunda terna, en la que sustituyó a su abogada por Cruzvillegas. “Sí están vinculadas a mí, cómo no. Y es un orgullo para mí. Pero al mismo tiempo es gente honesta. Son mujeres honestas, íntegras, incapaces de cometer una injusticia, incorruptibles”, defendió el mandatario. López Obrador ha tenido una especial consideración hacia Alcalde, y ya antes ha intentado colocarla en puestos estratégicos. Hija de Bertha Luján y Arturo Alcalde, dos antiguos colaboradores del presidente, Alcalde estuvo cerca de ser designada consejera del Instituto Nacional Electoral (INE) a principios del año. El presidente le volvió a tender la mano al impulsarla al Supremo. Pronto se verá hasta dónde llegará su ayuda.