Motivados: Mexicanos en los playoffs

Alek Thomas y el coach Tony Perezchica destacan que haber estado en el Clásico Mundial fue muy positivo

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Para Alek Thomas, jardinero central, y Tony Perezchica, coach de tercera base, de los Diamondbacks, su participación con México en el Clásico Mundial de Beisbol fue clave para el gran paso que tienen ahora mismo en la postemporada.

Thomas y Perezchica formaron parte de la histórica participación tricolor, que llegó a las semifinales del mejor torneo de naciones de beisbol y ahora de los Diamondbacks, que se mantienen invictos tras sus primeros cinco juegos de postemporada y a partir de hoy empezarán a jugar la Serie por el Campeonato de la Liga Nacional.

Los seis juegos que tuvimos con México en el Clásico fueron como juegos de playoffs auténticamente”, analizó Perezchica, quien dirige a los corredores de los Diamondbacks en el cajón detrás de tercera base desde la temporada de 2017.

Los últimos tres, prácticamente como si fueran juegos siete cada, uno, donde no podíamos perder, porque si no estábamos eliminados. Te sirve mucho para pensar exactamente en qué forma poder ayudar más al equipo, el saber más o menos como actúan tus jugadores con ese nivel de presión y cómo actúan los rivales”.

A diferencia de Perezchica, quien ya había sido en coach en postemporada en su debut en 2017, Thomas llegó al Clásico Mundial sin tener si quiera una temporada completa en el mejor beisbol del mundo.

Creo que esos días me dieron la madurez más grande de toda mi carrera”, dijo Thomas. “Fue aprender a manejar la presión más grande que había sentido nunca, e incluso en estos juegos de playoffs, me han hecho que ahora se vuelva más manejable”.

Thomas tuvo un 2023 de contrastes, igual que el equipo. Primero arrancó la temporada como titular del jardín central, pero en apenas un mes perdió la titularidad e incluso fue enviado por un tiempo a ligas menores, de las que regresó para de nuevo consolidarse como jugador de todos los días.

Los Diamodbacks, por su parte, pasaron de ser líderes divisionales prácticamente toda la mitad de la temporada, hasta estar tres juegos por debajo de la zona de playoffs. Finalmente un gran septiembre los puso en camino a la postemporada.

Creo que yo nunca perdí la fe, ni en mí, ni en mis compañeros”, dijo Thomas. “En mi tema personal, creo que sólo me había falta ritmo, cuando lo tuve, estuve mejor. En el equipo sigo sin entender por que perdimos tantos juegos, pero sabía que teníamos el talento para estar aquí, aunque no muchos creían en nuestro potencial”.