La candidata presidencial Sandra Torres, la ex primera dama que se ha desplazado desde la socialdemocracia hacia el conservadurismo, lidera la intención de voto en la encuesta que publica este jueves el diario Prensa Libre a tres días de las elecciones que definirán si Guatemala se mantiene en la senda hacia el autoritarismo que se ha marcado durante el Gobierno del presidente Alejandro Giammattei.
Torres, que se postula por el partido Unidad Nacional de la Esperanza (UNE), ocupa el primer lugar de la encuesta con un 21,3% en la intención de voto, seguida por el diplomático Edmond Mulet, candidato del partido Cabal, de centroderecha, que está casi ocho puntos abajo, con un 13,4% de las preferencias. Zury Ríos, hija del dictador acusado de genocidio Efraín Ríos Montt y la candidata favorita de la derecha conservadora, de la coalición Valor-Unionista, va tercera con un 9,1% de los apoyos, lo que no hace mucha diferencia con los números de la encuesta anterior.
Según los resultados del sondeo de alcance nacional, Torres y Mulet tienen altas probabilidades de disputarse la presidencia en una segunda vuelta — que se disputaría el 20 de agosto si ningún candidato consigue mayoría absoluta, el 50% de los votos más uno—, aunque la diferencia que lleva Ríos no es tan marcada. Desde 1985, cuando Guatemala transitó hacia la democracia, ningún candidato ha logrado la mayoría absoluta de los votos válidos, por lo que la presidencia se ha definido siempre en una segunda votación.
Este es el tercer intento de llegar a la Presidencia de Guatemala de Sandra Torres, quien fue primera dama con el fallecido presidente Álvaro Colom entre 2008 y 2012. En las ocasiones anteriores, Torres experimentó el amargo sabor de la derrota en segunda vuelta. En 2015, perdió frente al comediante Jimmy Morales y en 2019 ante Alejandro Giammattei. Las encuestas señalan que la candidata del partido UNE tiene el antivoto más pronunciado, pero también que conserva la fidelidad de un amplio sector de la población, especialmente de personas en las áreas rurales que se beneficiaron con los programas sociales que impulsó durante la Presidencia de Colom.
En su rol de primera dama, Torres mostraba simpatía hacia la socialdemocracia, como su esposo, del que se divorció para poder presentarse como candidata. En una reciente entrevista, cuando le preguntaron sobre su identificación ideológica, Torres quitó peso a sus virajes y remató con la frase “mi ideología es Guatemala”.
La candidata puntera estuvo en prisión cuatro meses en 2019, procesada por delitos de asociación ilícita y financiamiento electoral no reportado por valor a 800.000 dólares durante la campaña de 2015. En enero de 2022, un juzgado cerró el caso penal que se promovió durante el mandato de la extinta Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG).
La justicia al servicio de la política
Los datos de la encuesta llegan en un ambiente de apatía, desconocimiento de los 22 candidatos a la presidencia y cuestionamientos por la aplicación diferenciada y discrecional de criterios para autorizar candidaturas y la judicialización de las decisiones que le corresponden a la autoridad electoral. “El actual proceso se caracteriza por una tensión permanente entre legalidad y legitimidad, ya que el derecho se instrumentaliza para fines políticos, como obstaculizar ciertas candidaturas para dejar el paso libre a otras”, señala un reporte del Instituto de Investigación Ciencias Socio Humanistas (ICESH) de la Universidad Rafael Landívar.
Entre las candidaturas excluidas sobresalen la del empresario de provincia Carlos Pineda, que por primera vez se postulaba a la presidencia y se posicionó en los primeros lugares de las encuestas gracias a que logró conectar con la audiencia de TikTok. A principios de mayo, Pineda tenía el 23,1% de los votos válidos, lo que le situaba en primer lugar.
La lideresa del Movimiento para la Liberación de los Pueblos, Thelma Cabrera, que quedó en la cuarta posición de las elecciones presidenciales de 2019 tampoco correrá en estas elecciones tras ser excluida, ni Roberto Arzú, el hijo del expresidente conservador Álvaro Arzú, que logró el quinto lugar en los pasados comicios.
Las circunstancias en que los tres candidatos a la presidencia han quedado fuera de las elecciones robustecen los análisis de figuras claves en la coyuntura política guatemalteca, como el excanciller Edgar Gutiérrez, quien sostiene que todos los órganos de control judicial y político responden a los intereses del presidente Alejandro Giammattei y del exdirector del centro de gobierno, Miguel Martínez.
En esa línea, las decisiones judiciales y administrativas para dejar fuera a ciertos candidatos se han interpretado como acciones para favorecer las candidaturas del partido oficial y de sus aliados, como Zury Ríos y el oficialista Manuel Conde. Sin embargo, la preferencia de los votantes hacia ambos se ha mantenido invariable, de acuerdo con la encuesta de Prensa Libre.
Los diputados del partido UNE, bajo la dirección de Torres, han apoyado varias de las iniciativas que el gobierno de Giammattei ha promovido en el Congreso, y que se conoce como la alianza oficialista. “La única alianza ha sido con el pueblo”, ha respondido la candidata que lidera las encuestas y que está cerca de una tercera oportunidad para disputar la presidencia de Guatemala.
