El terremoto causó pánico entre la población de Haití, un país que en los últimos días se ha visto azotado por fuertes tormentas, que han cobrado la vida de 42 personas.

Un sismo con una magnitud preliminar de 4.9 grados remeció el sur de Haití la madrugada de este martes 6 de junio, ocasionando la muerte de al menos tres personas y dejando varios heridos, según las autoridades.

El terremoto se registró antes del amanecer -a las 05:11 horas locales- cerca de la ciudad costera de Jérémie, a una profundidad de 10 kilómetros, según el Servicio Geológico de Estados Unidos.

Los tres cadáveres fueron encontrados bajo una casa derrumbada donde los rescatistas buscaban a más personas, explicó Frankel Maginaire, de la Agencia de Protección Civil de Haití en Jeremie a The Associated Press.

Es probable que el número de víctimas aumente ya que, según videos que circulan en las redes sociales, se están realizando operativos para encontrar personas atrapadas bajo casas destruidas.

Varios niños fueron hospitalizados para ser tratados por las lesiones que sufrieron tras salir corriendo presas del pánico.

Los hospitales de Jérémie están colapsados por la cantidad de heridos, por lo que se lanzó un llamado de socorro para encontrar ambulancias y trasladar a los afectados, de acuerdo con informaciones de medios locales.

El terremoto causó pánico entre la población de un país que en los últimos días se ha visto azotado por fuertes tormentas de lluvia que han causado inundaciones y deslizamientos de tierra que se han cobrado ya la vida de 42 personas, según las últimas cifras de la Oficina de la ONU para asuntos humanitarios (OCHA).

El movimiento telúrico se produjo a casi un año de que otro de magnitud 7.2 sacudiera el sur de Haití, con Les Cayes como la zona más afectada, y mató a más de 2 mil 200 personas. Algunos de los que perdieron su casa el pasado agosto siguen viviendo en campamentos.

En 2010, un sismo de magnitud 7.0 registrado cerca de Puerto Príncipe, la capital densamente poblada, se cobró la vida de al menos a 200 mil personas y dejó daños generalizados en edificios.