Hay que ser muy fiel para irle a las Chivas. Sólo así se facilita el acceso a un boleto para la final.
Desde que arrancó la liguilla, el club quiso premiar a los aficionados que renovaran su abono. Al final, los que apostaron por creer en el equipo, obtuvieron una recompensa. Antes del juego contra el Atlas, en donde las fichas no marcaban como favorito al Guadalajara, el club ofreció tener acceso a boletos de liguilla si es que los abonados renovaban un año.
El equipo no sólo pasó por encima del club rojinegro, sino también del América y entonces, todo se desbocó, comenzaron las anomalías desde la perspectiva de la gente.
Con la entrega de boletos a abonados, (2 por persona) las Chivas dispusieron cerca de 25 mil boletos, con lo que premiaron a aquellos que creyeron en el equipo.
Al estadio Akron le caben hasta 46 mil espectadores, entonces de los 21 mil restantes, al menos el 80 por ciento se irán entre patrocinadores, socios boletos de familiares y directivos.
Ya desde el juego contra el América sólo se pusieron a la venta en taquilla dos mil entradas, pero esta vez ni siquiera sucederá eso.
Los revendedores desde el inicio de semana merodearon y cazaron algunos boletos que empezaron a ofrecer en cuatro mil pesos y en un par de días habían duplicado su valor.
A pesar de eso, cientos de fanáticos pernoctaron en el estadio Akron y muchos de ellos esperaron en sus autos con lo que se hicieron largas filas inútiles, porque las taquillas nunca abrieron.
Los revendedores serán pacientes. Muchos de ellos sufrieron para conseguir las entradas por medio de abonados y comprenden que gente de toda la República Mexicana llegará a Guadalajara incluso el mismo domingo, día del partido con la obsesión de pagar lo que sea por un boleto. En Tigres la situación es similar, pues varios de ellos tuvieron acceso directo a comprar la final tras eliminar al Monterrey apenas 24 horas después.
