Sebastián Sosa, un león en la portería

El uruguayo fue quien propició su contratación con los Pumas por querer estar en un equipo grande

0
272

La llegada de Sebastián Sosa a los Pumas, sucedió dio gracias a él mismo. Tocó la puerta de Rafael Puente del Río cuando aún estaba en la Copa del Mundo de Qatar 2022 con la selección de Uruguay ya que su nombre sonaba para volver a México y los universitarios decidieron adquirirlo.

En entrevista con Excélsior, el arquero declaró el por qué no esperó otras opciones tras finalizar su contrato con Independiente de Argentina.

“No esperé otra propuesta porque sé lo que representa Pumas, estar en un equipo grande de México siempre fue mi objetivo. Cuando fue concreta la opción de venir, no tuve duda de que era donde quería estar”, destacó.

La realidad es que la portería del Club Universidad no era de vital importancia. Previo a su llegada, Julio González tuvo un gran torneo, incluso, le anotó un gol en el último minuto al Toluca para que Pumas empatara el partido.

La confianza entonces, fue deposita por entero en Sosa. Rafael Puente le otorgó la misión de ser el guardameta titular para el arranque del Clausura 2023. Hasta ahora, Pumas lleva 2 victorias y una derrota.

“Cuando terminó la Copa del Mundo quería incorporarme al plantel, terminé un sábado con Uruguay, así que el lunes ya estaba en Ciudad de México para adaptarme lo más pronto posible y estar listo a las órdenes del cuerpo técnico. Estoy muy agradecido por la confianza que tuvieron desde el primer partido y trabajaré para responder a ello”, mencionó.

El 2022 fue el año más complicado en la vida de Sosa, por un lado la muerte de su madre, Irene Silva, a días del arranque del Mundial lo marcó profundamente. Pero asísmismo la vida, pues también nació su hijo.

“Tuve la satisfacción de que mi madre se enteró en vida de mi convocatoria al Mundial con Uruguay, era algo que anhelaba, aunque su ausencia es irreparable y cada día duele más”.

Aunque se concentra de lleno en Pumas, Sosa no descarta regresar a Peñarol, equipo donde se formó, para volver a sentir esa pasión.

“Aún es incierto, tengo muchos objetivos todavía. Todos saben que soy hincha de Peñarol y sería una linda forma de retirarme, aunque dejar huella en Pumas y establecerme es mi objetivo, entonces podría pensar en terminar mi carrera aquí ”.

Algo que sí tiene claro, y es que su continuidad será dentro del ámbito del futbol, por eso se ha preparado de distintas formas para cuando llegue el retiro. “Estudié Periodismo Deportivo, un curso de técnico y también Gerencia deportiva, todo lo que tenga que ver con el futbol me apasiona y es donde quiero estar siempre”, sentenció el arquero de Pumas que firmó por dos años con la institución universitaria.

El covid le trajo duras secuelas que enfrentó con ingenio

Uno de los refuerzos que más cautivó a la afición de los Pumas para este Clausura 2023,

fue la incorporación del arquero Sebastián Sosa. El uruguayo de 34 años de edad, que en

2020 se contagió de covid, tuvo una reacción extraña en su cuerpo que lo hizo perder todo

el vello corporal, en ese entonces se contagió en México ya que estaba en el cambio de

franquicia del equipo Morelia a Mazatlán.

Tras su regreso a la Liga MX, luego de un breve paso por Independiente de Argentina, Sosa platicó para Excélsior acerca de cómo tomó la noticia y qué hizo para revertir la situación. “Es duro porque estéticamente es algo que molesta, gracias a Dios no fue una secuela de salud como arritmias cardiacas que te prohíben hacer deporte, eso es una situación que agradezco. Al final uno trata de darle la vuelta y meterle un poquito de onda”, mencionó con humor.

Es por eso que el arquero optó por tatuarse la cabeza. “Decidí raparme. Siempre dije que me quería hacer un tatuaje y como me gusta el tema de los leones, me hice uno”, declaró el guardameta de Pumas.

Tras no encontrar equipo en la Liga MX en 2022, Sosa se fue a Argentina y en unas vacaciones viajó a Estados Unidos para someterse a un implante capilar, incluso, comenta que a su regreso al Club Independiente de su país, no lo reconocían sus compañeros.