En la retina de los recuerdos brota la colorida secuencia cuando Patty Mills encestó un disparo en suspensión mientras el reloj expiraba para darle el triunfo a los Spurs 121-119 sobre los Soles, un momento que nadie imaginó aquel 14 de diciembre que se convertiría en el último de la NBA en México ante la llegada de la pandemia de covid-19.
La emergencia sanitaria global cedió y con un nuevo mundo tras el crudo paso del coronavirus la NBA retomó su viejo idilio de amor con la afición mexicana, uno que comenzó hace 30 años cuando el 27 de octubre de 1992 se enfrentaron por primera vez en la capital los Rockets ante los Mavericks para comenzar una larga tradición.
Para el duelo de hoy los Spurs vuelven a la que ya es una segunda casa como lo es la CDMX. Cuando salten a la duela para medirse al Heat estarán igualando a los Mavericks como los equipos con más partidos en territorio nacional con siete duelos en su sexto año que forman parte de los juegos internacionales de la NBA.
La afición mexicana ha disfrutado de tres épocas diferentes de los Spurs; la primera cuando vinieron en años consecutivos en 1994 y 1995 para afrontar duelos de pretemporada; volvieron en 2010 con las estrellas —Tim Duncan, Manu Ginóbili y Tony Parker— con las que se convirtieron en una dinastía de la liga. Desde que San Antonio ha venido a México ha conquistado cinco títulos, los cuatro más recientes con Duncan, Ginóbili y Parker.
Ahora es una nueva generación de basquetbolistas con la que los Spurs se presentarán ante la afición mexicana, sin ninguna figura de renombre y con una marca de 9-19 que muestra su etapa en reconstrucción.
Del otro lado el Heat escribirá la segunda plana en su historia de viajes a México después del que realizaron hace cinco años para vencer en 2017 a los Nets.
Las estrellas se sentarán del lado de Miami, que contarán con el armador Kyle Lowry, el delantero Jimmy Butler y el centro Bam Adebayo como sus principales referentes; los últimos dos formaron parte del equipo que perdió la serie por el título en la recortada campaña de 2020, que se resolvió con un torneo en aislamiento en Orlando debido a la emergencia del covid-19.
Así será como los fieles aficionados mexicanos volverán a disfrutar del espectáculo de la NBA, ya sin el temor de afrontar la fase más cruda de una pandemia.
