DOHA.- La actual selección de Francia es más tranquila y tiene más “experiencia” que la coronada en Rusia 2018, que tenía “más locos”, dijo ayer Ousmane Dembélé, a dos días de la final del Mundial de Qatar Argentina, que destaca con su excompañero en el Barcelona, Lionel Messi.
En 2018 fue otra cosa… ¡Había más locos en el equipo! Tenemos muy buen ambiente en 2022, pero 2018 fue el primer título en 20 años. No ha sido lo mismo. Ahora hay mucha más calma, experiencia”, dijo el extremo del Barça.
Dembélé, de 25 años, hizo parte del plantel que levantó la segunda estrella francesa en Rusia. El domingo, tiene la chance de ganar el tercer título mundial, de vencer a la Argentina de Lio Messi en el estadio de Lusail.
Pasé cuatro años geniales con él (Messi) en el Barcelona. Es excepcional, uno de los jugadores que me hizo amar al Barça junto a Andrés Iniesta. Estoy muy feliz de haber compartido con él. Llegué a Barcelona con 20 años y me dijo que me calmara con los regates, que estuviera más tranquilo”, explicó. “Me enseñó que hay momentos particulares para regatear, para pasar, para atacar. Me dio un poco más de calma. Con su gran trayectoria, sería bueno que ganara el Mundial, claro, pero nosotros también queremos ganarlo. Es cierto que tiene una gran carrera a la que le falta este trofeo, pero nosotros también estamos aquí para enorgullecer a nuestro país”, agregó.
Dembélé ha jugado los seis partidos (cinco de titular) de Les Bleus en Qatar, en los que ha dado dos asistencias, pero no ha podido marcar.
Destacó su sacrificio para ayudar en la marca por la banda derecha a Antoine Griezmann y Jules Koundé, especialmente en la semifinal contra Marruecos (2-0), que los exigió más de lo esperado.
Me siento muy bien desde el principio, estoy feliz, estoy concentrado. Puedo hacerlo aún mejor, sobre todo en el aspecto ofensivo. Quiero ser decisivo, pero a veces el equipo es más importante. Cuando ayudo a Jules y Antoine, me digo a mí mismo que es por el equipo, no pienso en las estadísticas”.
Dilemas franceses
DOHA.- Theo Hernández y Aurélien Tchouaméni, víctimas de contusiones, no realizaron el entrenamiento colectivo a dos días de la final. Tampoco estuvieron Ibrahima Konaté, Kingsley Coman y Raphaël Varane, enfermos.
A 48 horas del choque final, sólo 19 de los 24 jugadores pudieron entrenar.
