Coches de policía en el supermercado donde se ha producido el tiroteo en Chesapeake, en el Estado de Virginia. Foto: KENDALL WARNER (AP)

Al menos siete personas han muerto cuando un hombre ha abierto fuego en la noche del martes dentro de un supermercado en la ciudad de Chesapeake, en el Estado de Virginia (este de Estados Unidos). El suceso ha provocado una intensa movilización de la policía, que acudió al sitio minutos después de las 22.00, cuando se registraron las primeras llamadas a los servicios de emergencia. De acuerdo a Wavy, una afiliada local de la cadena NBC, el tirador está muerto y ha dejado de representar una amenaza. Fuentes policiales de Chesapeake han confirmado este miércoles que el autor era un empleado de la tienda y que, según todos los indicios, se suicidó con la pistola que utilizó para perpetrar el ataque. Su identidad no ha sido revelada por el momento

Un portavoz de la policía, Leo Kosinski, había asegurado anteriormente a los reporteros presentes en el lugar que al menos 10 personas habían perdido la vida en el ataque en el supermercado, pero el balance final es de seis víctimas mortales, además del tirador. El hospital más importante de la región ha confirmado que está atendiendo a cinco heridos en sus instalaciones. Las autoridades han informado que el tiroteo se registró pocos minutos antes de las 10 de la noche (seis horas más en la España peninsular), cuando el Walmart de Chesapeake estaba aún abierto al público y con largas filas de clientes ante los mostradores para pagar. Esta es una semana de alto consumo entre los estadounidenses, pues el jueves se celebra el Día de Acción de Gracias y después, las grandes cadenas llevan a cabo el Black Friday.

Más de 40 patrullas y vehículos de emergencias, como ambulancias, esperaban afuera del establecimiento. Las autoridades han cerrado el paso al supermercado, y han pedido a los familiares y amigos que buscan noticias de sus seres queridos que acudan al Centro de Convenciones de la ciudad, que colinda con Norfolk, creando una de las zonas metropolitanas más grandes, con más de 500.000 habitantes.

Desde 2020, Estados Unidos, el país más armado del mundo, supera anualmente los 600 tiroteos masivos (definidos como incidentes donde han sido heridas o asesinadas cuatro o más personas). Este año no es la excepción. Se habían registrado, hasta este lunes, 606 de acuerdo al Gun Violence Archive (Archivo de violencia con armas), que lleva la cuenta de este tipo de sucesos. El año pasado rompió todos los récords, con 690 sucesos y 20.900 víctimas. Este año va en 18.100 el número de fallecidos.

Este sábado, un hombre de 22 años irrumpió a tiros en un bar gay de la ciudad de Colorado Springs, en Colorado. El sospechoso, que fue desarmado por un cliente y fue detenido por la policía, logró matar a cinco personas y herir a otras 18 en la noche en que se celebraba a las víctimas trans que habían sido asesinadas por la transfobia. Los fiscales locales tratan de construir un caso donde se le puedan imputar delitos de odio al sujeto.

Los habitantes de Virginia no han sumado ni siquiera 10 días sin volver a conocer el horror. El 13 de noviembre, un estudiante de la Universidad de Virginia de 22 años mató a tres jugadores del equipo de fútbol americano a bordo de un autobús. El crimen fue cometido horas después de que el asesino y sus víctimas, junto a varias decenas de personas, viajaran a Washington a ver un partido. El sospechoso ha sido detenido y se enfrenta varios cargos de homicidio y por las heridas provocadas a otras dos personas con su arma de fuego.