Miembros de un equipo de rescate cargan el cuerpo de una de las víctimas del terremoto sucedido en Cianjur, en la provincia de Java Occidental, Indonesia. Foto: AJENG DINAR ULFIANA (REUTERS)

Los servicios de emergencia de Indonesia trabajan este martes contra el reloj para localizar y rescatar a posibles supervivientes del terremoto de magnitud 5,6 y poca profundidad ―a unos 10 kilómetros― que sacudió la víspera la Isla de Java, la más poblada del país, y que ha dejado docenas de muertos. El Gobierno local ha elevado la cifra de muertos a 268 y ha cifrado en 151 el total de personas desaparecidas. El jefe de la Agencia Nacional para la Gestión de Desastres (BNPB), Suharyanto, ha informado que más de 1.000 personas resultaron heridas por el efecto del temblor y alrededor de 58.000 tuvieron que abandonar sus hogares para buscar refugio.

El epicentro del terremoto se ha registrado cerca de Cianjur (170.000 habitantes), situada en la provincia de Java occidental a unos 75 kilómetros al sudeste de Yakarta. La agencia meteorológica y geofísica de Indonesia (BMKG) ha explicado que el seísmo ocurrió a las 13.21 hora local (7.21 en la España peninsular), y que en la misma ciudad se sucedieron 145 réplicas, una situación que preocupa a las autoridades debido a los posibles deslizamientos de tierra que podrían ocurrir en las próximas semanas.

El presidente de Indonesia, Joko Widodo, ha viajado a Cianjur este martes para alentar a los trabajadores de los servicios de rescate. “Mi instrucción es priorizar la evacuación de las víctimas que aún están atrapadas bajo los escombros”, dijo el mandatario. Las autoridades coinciden en que el número de víctimas aumentará en las próximas horas ante los riesgos de nuevos corrimientos de tierra, que suelen ser bastante usuales en esa región. La BNPB ha informado en un comunicado que la prioridad de los equipos de búsqueda y rescate es localizar y evacuar a las víctimas cuanto antes, así como brindar auxilio a los heridos. El jefe de la Agencia Nacional de Búsqueda y Rescate (Basarnas), Henri Alfiandi, ha manifestado: ” Los deslizamientos de tierra y el terreno accidentado estaban obstaculizando los esfuerzos de rescate. El área afectada está dispersa. Además, las carreteras en estas aldeas están dañadas”, ha explicado Alfiandi.

Entre los muertos había estudiantes de un internado musulmán. “La mayoría de las víctimas son niños, porque a las 13.00 [hora local] todavía estaban en la escuela”, ha manifestado el jefe de Basarnas refiriéndose al momento en que ocurrió el terremoto. Aprizal Mulyadi, un estudiante de 14 años, ha señalado a la agencia France Presse (Afp): “La habitación colapsó y mis piernas quedaron enterradas entre los escombros. Pasó todo tan rápido”. Mulyadi consiguió escapar gracias a su amigo, Zulfikar, que después murió atrapado bajo los escombros. “Me quedé devastado al verlo así, pero no podía ayudarlo porque mis piernas y mi espalda estaban heridas”, ha explicado el joven.

Muchos de los fallecidos quedaron sepultados por desprendimientos de tierra o por el colapso de sus casas. Dimas Reviansyah, un trabajador de los servicios de emergencia de 34 años, ha relatado que sus equipos usan motosierras y excavadoras para abrirse paso entre los árboles caídos y los escombros hasta las zonas donde creían que podían encontrar civiles. “No he dormido desde ayer, pero tengo que seguir porque hay víctimas que no fueron encontradas”, dijo.

Este martes por la mañana, el 89% de la red eléctrica en Cianjur se había recuperado, indicó la agencia estatal Antara. Los doctores trataban a los pacientes en el exterior en hospitales de campaña levantados improvisadamente después del terremoto, que se sintió en la capital, Yakarta. Familiares de luto esperaban que las autoridades les entregaran los cadáveres para enterrarlos siguiendo el rito musulmán.

Los fuertes terremotos de magnitud 6 o 7 son relativamente comunes en Indonesia, a menudo en alta mar donde corren las líneas de falla. El terremoto del lunes pese a tener menor magnitud tuvo consecuencias mortales porque golpeó en tierra a una profundidad relativamente baja y debido a la mala construcción muchos de los edificios se derrumbaron. La cifra de los inmuebles que han resultado dañados por el momento son 22.000 casas, varios comercios, cuatro edificios gubernamentales, tres escuelas, un hospital, una iglesia y un internado, según las autoridades. El presidente pidió que los esfuerzos de reconstrucción incluyan viviendas a prueba de terremotos.

Indonesia se asienta sobre el llamado Anillo de Fuego del Pacífico, una zona de gran actividad sísmica y volcánica en la que cada año se registran unos 7.000 terremotos, la mayoría de ellos moderados. Una de las catástrofes más mortíferas en el país remonta a 2004, cuando un fuerte terremoto en el norte de la isla de Sumatra generó un tsunami que causó más de 226.000 muertos en una docena de Estados bañados por el océano Índico.