Jennifer Flavin y Sylvester Stallone en un desfile del diseñador Ralph Lauren celebrado el 13 de octubre de 2022 en San Marino, California. AMY SUSSMAN (GETTY IMAGES)

El pasado mes de agosto, Jennifer Flavin, exmodelo y esposa del actor Sylvester Stallone, interpuso una demanda para disolver su matrimonio con el intérprete de Rocky y Rambo, tal y como informó ella misma a la revista People mediante un comunicado: “Me entristece anunciar que, tras 25 años de matrimonio, he solicitado el divorcio de mi marido, Sylvester Stallone. Aunque ya no estaremos casados, siempre apreciaré la relación de más de 30 años que compartimos, y sé que ambos estamos comprometidos con nuestras hermosas hijas. Pido privacidad para nuestra familia mientras avanzamos amistosamente”. Un mes después de que saliese a la luz la noticia, Flavin y Stallone dieron marcha atrás y cancelaron el que ya apuntaba como divorcio mediático a través del representante del actor, quien afirmó que la pareja estaba “extremadamente feliz” después de haberse reunido en casa, donde “pudieron resolver sus diferencias”.

El anuncio de su ruptura fue una sorpresa, incluso para el propio Stallone, que se encontraba en el rodaje de su próxima película, Tulsa King, en Oklahoma (EE UU). Su reconciliación, sin embargo, no sorprendió tanto. El propio Stallone, muy activo en redes sociales, ya había dado alguna pista de este reencuentro en su cuenta de Instagram a sus más de 15 millones de seguidores. A mediados de septiembre publicó una foto con su mujer de la mano, ambos de espaldas y paseando por el campo que encabezó con una sola palabra: “Maravilloso…”. La imagen inmediatamente desató los rumores en las redes y los medios de una posible reconciliación. Y así fue.

Ahora es el propio actor quien toma la palabra: ha sido a través de una entrevista concedida a The Sunday Times donde ha hablado de su situación familiar actual y de sus arrepentimientos del pasado. El primero de ellos ya lo avanzaban las declaraciones del titular de la charla, que daban pistas sobre el bache que el matrimonio pudo haber superado el pasado mes de agosto: “Me arrepiento de haber sido un padre ausente”. El actor se ha referido a la demanda de separación como “un despertar sobre qué era lo más importante de todo, que es el amor por mi familia”. El actor asegura que este amor familiar tiene prioridad sobre su trabajo, aunque esta ha sido una lección “difícil de aprender”.

“No presté demasiada atención cuando mis hijas estaban creciendo”, ha reconocido el actor. Stallone y Flavin tienen tres hijas en común; Sophia, de 26 años, Sistine, de 24, y Scarlet, de 20. “Estaba muy centrado en mi carrera y ahora pienso: ‘Está bien, no tengo mucho camino por delante y quiero comenzar a preguntarles sobre sus vidas’. Ahora les pregunto sobre su día y, al principio, me respondían con monosílabos. Hasta que un día una de ellas me dijo: ‘Estaba pensando en ti’. Ay dios mío. Nunca antes en mi vida había oído eso. Cuando una hija sabe que te importa, está allí para siempre”.

Sylvester Stallone y Jennifer Flavin se conocieron a finales de los años ochenta. Ella tenía 19 años y fue a Hollywood para visitar a una amiga. Entonces vio por primera vez a Stallone en un restaurante. En 1988 empezaron a salir. Él tenía entonces 42 años y dos matrimonios (y divorcios) a sus espaldas. De su primer matrimonio, con Sasha Czack, tuvo dos hijos, Sage (que falleció en 2012 a causa de una arteriosclerosis, a los 36 años) y Seargeoh, que sufre autismo. La pareja formada por Stallone y Flavin sufrió su primer bache en 1994, cuando decidieron romper, y pocos días después ella se enteró de que él tenía una aventura con una modelo, Janice Dickinson, que unos meses después anunció su embarazo.

Al nacer Savannah, la hija de Dickinson, a principios de 1995, Stallone se sometió a un test de paternidad, por el que supo que la niña no era hija suya, e inmediatamente rompió con la modelo para, poco después, volver con Flavin. La pareja tuvo a su primera hija, Sophia, en agosto de 1996, y se casaron menos de un año después, en junio de 1997. Justo un año después llegó su segunda hija, Sistine, y en mayo de 2002 la tercera, Scarlet. Las tres jóvenes comparten, además de la S inicial de su nombre y apellido, su segundo nombre, Rose. El pasado mayo, la pareja celebró sus 25 años de matrimonio y dieron muestras de su afecto en las redes sociales.