Protestas en el exterior de la convención anual de la Asociación Nacional del Rifle (NRA) con fotos de asesinados en la matanza de Uvalde. SHANNON STAPLETON (REUTERS)

En una publicación reciente en sus redes sociales, la poderosa Asociación Nacional del Rifle (ANR), con cinco millones de miembros, promovía un meme que mostraba un frasco de medicina. La etiqueta dice “píldoras difíciles de tragar”. Y debajo de esta imagen una pastilla con lo que la organización considera una verdad incontestable: el AR-15 es el rifle de autodefensa más usado en Estados Unidos. La imagen fue publicada tres días antes de que un joven de 18 años entrara con ese tipo de armas a una escuela en el pueblo de Uvalde, en Texas, y matara a 19 niños y dos maestras. La imagen, que ha cobrado otro significado, seguía ahí este viernes, el día en que la ANR inaugura su convención anual en ese mismo Estado y con la peor matanza escolar en una década como telón de fondo.

El expresidente Donald Trump tiene previsto aparecer en el escenario de la conferencia anual celebrada en Houston, a 400 kilómetros de Uvalde, y que coincide con el Memorial Day, una fecha en la que se recuerda a los militares caídos en combate. El expresidente aparecerá ante los integrantes de la organización a las 14.00, en lo que es el discurso más esperado de la primera jornada. “Yo amo a la ANR, amo la Segunda enmienda [de la Constitución, que protege los derechos para tener armas]”, dijo en 2015 en un foro de miembros de la organización, una base que buscaba cultivar de cara a su campaña presidencial del año siguiente.

Texas es uno de los Estados con una de las regulaciones de armas más laxas del país. Es una entidad que es open carry, lo que quiere decir que cualquier mayor de 21 años puede portar un arma en la calle. A pesar de esto, las pistolas y rifles han sido prohibidos en el discurso de Trump por los protocolos de seguridad del Servicio Secreto.

Texas es un referente para los simpatizantes de la Segunda enmienda porque ha legislado en contra de cualquier tipo de regulación. Uno de los artífices de esto es el gobernador Greg Abbott, otra de las personalidades invitadas a la conferencia, junto a la plana mayor de su partido, el republicano. Abbott, quien se juega la reelección en noviembre, ha cancelado de última hora su participación. Un portavoz aseguró la noche del jueves a un medio local que el mandatario grabará un mensaje por vídeo y que irá a Uvalde, el sitio de la matanza. El gobernador visitará la pequeña comunidad, cercana a la frontera, en un momento donde crecen las críticas a la actuación de la policía y la respuesta ante el tirador, quien tuvo al menos 80 minutos dentro de la escuela antes de que llegara un equipo táctico a abatirlo.

A la cancelación de Abbott han seguido otras que han quitado algo de lustre al evento más importante de la organización, que ha sido durante décadas el lobby más importante de la defensa de las armas en Washington. Otros dos legisladores de Texas, pero de perfil nacional, han cancelado su aparición. Entre estos, Dan Crenshaw, un congresista veterano de guerra quien fue integrante del cuerpo de élite de los SEAL de la Armada en Afganistán. Reconocible por su parche sobre el ojo izquierdo, que perdió en combate en su tercer viaje al país asiático, el legislador informó el miércoles que su agenda había cambiado y que visitaría Ucrania y no podría estar de vuelta a tiempo para la reunión. El senador federal John Cornyn también ha alegado problemas de agenda.

Se espera un viernes de tensión. Algunas organizaciones civiles han anunciado protestas que coincidirán con la apertura de la convención, que se lleva a cabo en el centro de Houston. Dos de los sindicatos de maestros más grandes del país estarán presentes en la manifestación y han hecho un llamamiento a sumarse a ella. La Federación Americana de Maestros y la Asociación Nacional de Educación pretenden cargar contra la ANR, que considera que la respuesta ante los tiroteos es armar a los educadores o reforzar el calibre de las armas que tienen los guardas de los colegios. Se espera que en estos eventos intervengan dos profesores sobrevivientes de la matanza de Sandy Hook, ocurrida en diciembre de 2012 y con un saldo de 20 niños muertos.

La conferencia también ha perdido lustre en su evento de soft power, la parte cultural del lobby de las armas. Don McLean, el cantautor del popular tema American Pie, ha cancelado su concierto diciendo directamente que este sería “irrespetuoso y dañino”. El cantante de country Lee Greenwood, quien compuso un tema que suele servir de banda sonora para muchos de los mitines de Trump, también ha cancelado. “Después de pensarlo mucho, hemos decidido cancelar nuestro concierto en respeto a todos aquellos que están en duelo por la pérdida de niños inocentes y maestros de Uvalde”, escribió en un comunicado el autor de Dios ama a EE UU.

Un paso más allá ha dado el músico Larry Gatlin, integrante del popular trío Gatlin Brothers y originario de Texas. A diferencia de los cantantes mencionados, el músico ha dicho que está en favor de una regulación mínima de las armas. “Aunque la revisión de antecedentes no frenará a cualquier lunático con un arma, creo que es el mínimo paso en la dirección correcta para tratar de prevenir tragedias como la que vimos esta semana en Uvalde”, afirmó Gatlin en un comunicado. Su propuesta, similar a la que hacen los demócratas, cuenta con el unísono repudio de la mayoría de republicanos y de la propia NRA.