Buscan prevenir integridad de los menores

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DURANGO, DGO.- La Ley de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes para el Estado tiene como objetivo especificar que, en relación al ejercicio y práctica de los derechos a la libertad de convicciones éticas, pensamiento, conciencia, religión, arte y cultura, la participación de los padres o tutores, se sujetará a la obligación de prevenir todo riesgo en la integridad, salud y la vida de los menores, afirmó la diputada Tere Soto Rodríguez.

Entre la variedad de derechos humanos con los que cuentan nuestras niñas y niños, se encuentran los poco mencionados derechos a la libertad de conciencia, de pensamiento, convicciones y religión, mismos que se ejercen en muchas situaciones a través de los padres respectivos, pero siempre con su supervisión, o de aquellas personas que tengan la patria potestad o custodia de los menores.

Al igual que otros derechos, toda mexicana y mexicano debe velar por el ejercicio efectivo de la niñez de nuestro país, siempre con la premisa de que se ejerzan bajo el principio de interés superior de la niñez.

De manera particular, las autoridades y progenitores son los principales implicados en la protección a la integridad de cada menor, en el ejercicio de las prerrogativas reconocidas en favor de nuestras niñas y niños.

En relación a los derechos aquí mismo citados, la UNICEF, en coordinación con algunas naciones, ha realizado diversos encuentros, entre los que se encuentran el llamado Diálogo de Saberes y Aprendizajes sobre los Derechos de Participación de Niñas, Niños y Adolescentes.

En cuanto el derecho a la libertad de pensamiento y religión, la misma UNICEF establece que los niños pueden elegir sus propias ideas, opiniones y religión, siempre que no impidan a otras personas disfrutar de sus propios derechos. La familia puede orientar a sus hijos para que a medida que crecen aprendan a usar correctamente este derecho.

El mismo organismo internacional asegura que el padre y la madre son los principales responsables de criar al niño. Si el niño no tiene padres, la responsabilidad recaerá en otro adulto al que se conoce como “tutor”. Las familias y los tutores deben pensar siempre en lo que sea mejor para el niño, y los gobiernos deben ayudarles. Cuando un niño tenga padre y madre, los dos deben responsabilizarse de su crianza.