Cruz Azul tiene un centinela más. Erik Lira se presentó en las oficinas ayer para firmar su contrato de cuatro años con la indumentaria e su nuevo equipo.
El juvenil, última creación de la Cantera de Pumas, fue vendido intempestivamente por su club cuando sólo tiene 21 años y 57 partidos jugados a cambio de 3.5 millones de dólares.
Erik Lira, nacido en Ciudad de México y el último orgullo de las inferiores de Pumas, no dio tiempo siquiera a la nostalgia. Estuvo poco tiempo en Pumas, suficiente para que Cruz Azul se lo llevara.
En Pumas hizo todo el proceso, sin embargo, a los 18 años fue enviado al Necaxa para que se terminara de desarrollar. Con el equipo de Aguascalientes no tuvo química y lo regresaron sin contabilizar un sólo minuto.
Regresó a Pumas y terminó de hervir en las entrañas del equipo hasta que Andrés Lillini lo debutó el tres de agosto de 2020 en el campo del Atlas saltando al medio campo con el número 212.
Fue parte del equipo subcampeón y mantuvo un ritmo de juego constante durante todo el 2021, es decir, tres torneos le bastaron para emigrar de Pumas.
En la búsqueda de refrescar al plantel, la directiva cementera apuesta por jugadores jóvenes con proyección a futuro y de buena calidad, por lo que desean que la dupla en el medio campo de Lira, un recuperador nato, sea compatible con el otro refuerzo, Carlos Charly Rodríguez quien tiene nociones más creativas.
Sin que ambos equipos, Pumas o Cruz Azul hayan hecho la salida y llegada de manera oficial, jugadores de los felinos comenzaron a despedirse de Lira.
Amigos cercanos del centrocampista como Sebastián Saucedo y Martín García mostraron su afecto al desearle lo mejor en su nueva empresa.
García por ejemplo lo llamó motor, y recordó que acumulaban 11 años jugando juntos en las inferiores de Pumas hasta compartir créditos en el primer equipo.
