Rocío Nahle explicó que la CFE llevará a cabo las compras de energía con base en el costo, demanda, estabilidad. (Cuartoscuro)

La iniciativa de reforma eléctrica que envió el presidente Andrés Manuel López Obrador a la Cámara de Diputados la semana pasada tiene como finalidad “poner orden en el sector”, afirmó en entrevista Rocío Nahle, titular de la Secretaría de Energía (Sener).

“¿Qué le diría yo a las empresas privadas? Que van a trabajar de una manera ordenada, que se acabó el desorden, que se acabó el mercado paralelo, que estaba prácticamente fuera de ley, que ahora incluso van a tener una garantía con la Comisión Federal de Electricidad (CFE) en la compra de su suministro”, señaló en entrevista con El Financiero.

Explicó que la CFE llevará a cabo las compras de energía con base en el costo, demanda, estabilidad, incluso si son fuentes de energía limpias, “por todo lo que la CFE considere necesario, además que sea benéfico”.

De acuerdo con la iniciativa que pretende modificar los artículos 25, 27 y 28 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, el 54 por ciento de la generación eléctrica en el país quedará en manos de la CFE, y el resto con otras empresas.

“El 46 por ciento de la electricidad se va a generar con privados, van a tener ellos en sus centrales, en su infraestructura que ya tienen, capacidad de generación y van a estar coexistiendo con la CFE”, agregó la funcionaria.

En este sentido, afirmó que han estado trabajando con los representantes del sector privados, a quienes se les ha explicado de manera reiterada los vicios generados por la reforma energética de 2013 que causaron, dijo, un desbalance del sistema eléctrico, “hemos estado trabajando tres años cuidando el mercado… el Cenace tiene alertas diarias por este motivo”.

Aclaró que la iniciativa del presidente López Obrador no pretende terminar con la regulación del sector, pues la absorción en la Sener de la Comisión Reguladora de Energía (CRE) y la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH), tiene como finalidad que pase a manos del Estado, “tal cual ocurre en otros países como Estados Unidos, o Alemania, donde existe una regulación ministerial”.