Oscar Salazar considera que en México la situación está mejor en cuanto a los incentivos (Fotos: Mexsport e Instagram oscartkdm)

CIUDAD DE MÉXICO.- El camino en el desierto de Egipto ha traído grandes satisfacciones en poco tiempo, dos bronces olímpicos en taekwondo en Tokio 2020. Uno de ellos cobra mayor atención porque tiene triple toque mexicano, el que ganó Hedaya Malak (categoría de -67 kg). Su madre es mexico-americana, su abuela mexicana y su entrenador es el también medallista de plata en Atenas 2004, Oscar Salazar.

“Los papás de Hedaya. Su mamá es mexico-americana, la abuela de Hedaya es de Chihuahua, 100 por ciento mexicana. De repente con ella también hablaba español, ‘oye Hedaya qué te parece esto’, ‘ah sí, muy bien’. Entonces la verdad me siento muy orgulloso porque indirectamente esto tiene un toque mexicano, más allá del entrenador”, señaló Oscar Salazar en entrevista con Excélsior.

El extaekwondoín mexicano disfruta el momento que consiguió como entrenador de Egipto en los pasados Juegos Olímpicos de Tokio: dos bronces, el de Hedaya y el de Seiff Eissa en la categoría de -80 kg.

Al principio, la barrera del idioma le asustaba a Oscar Salazar al llegar a Egipto. Por fortuna, el inglés fue la clave para que pudiera desenvolverse.

“Ellos me enseñaron palabras en árabe, específicamente con cuestiones del taekwondo, también como estrategia para que los demás países no entendieran. Para mí también fue algo muy emocionante”, recuerda.

‘CONFÍO EN USTED, VAMOS A ECHARLE GANAS’
El sueño de ser entrenador siempre existió en Oscar Salazar, aún cuando todavía era un atleta. Una pasión heredada de su papá Reinaldo Salazar, que desde chicos separó lo que era ser entrenador y padre de familia. Su disciplina, entrega, conocimientos y ese vínculo con los entrenadores lo fueron formando hasta que llegaron las opciones en Estados Unidos, Ecuador, México y después Egipto.

El acercamiento con Egipto fue en los Juegos Olímpicos de la Juventud, cuando todavía era entrenador de la Selección Mexicana y le propusieron algo serio: “queremos que seas el entrenador, que lleves a Egipto a los Juegos Olímpicos de Tokio. Tenemos otros prospectos, pero tú eres nuestro prospecto número uno”.

Tras su retiro, aceptó la invitación y de inmediato hicieron todo lo posible para que estuviera en la selección egipcia. Al llegar, lo primero que dijo fue que no impondría condiciones, pero por su experiencia sabía lo que hacía.

“Lo que fue importante para mi es que hablé con Hedaya, estaba entrenando en Serbia, su entrenador es uno de los más destacados, que incluso acaba de ganar una medalla de oro y otra de bronce, repitieron. Entonces ella se sentía muy a gusto entrenando en Serbia, con los entrenadores en Egipto no se sentía bien y obviamente necesitaban alguien de experiencia. Hablé con ella directamente y le dije que no venía a cambiar lo que ella había ganado, sino que venía a aportar más de lo que ella había ganado, que no venía a cambiar su estilo, sino que venía a darle una dirección. Por ejemplo, le decía que en Serbia ‘tú no eres la importante, para Egipto eres lo más importante. Entonces la atención va a estar 100 por ciento para ti’. Ella desde un principio me dijo: ‘adelante, confío en usted y vamos a echarle ganas’ y para ella fue un proceso muy complicado”, mencionó.

AGRADECIDOS CON EL MEXICANO
Tras las medallas olímpicas conseguidas en Tokio en el Makuhari Messe Hall A, los deportistas egipcios agradecieron al mexicano. Hedaya hizo historia en su país, al convertirse en la primera mujer con doble medalla olímpica.

“Ella es la María Espinoza de Egipto… Ella me decía: ‘profe no lo puedo creer, no estaba consciente, no estaba preparada a lo mejor para esto’. Creo que es también la misma inocencia de no enfocarse mucho a un resultado, le ayudó a no presionarse de más, pase lo que pase, mi trabajo estuvo hecho, mi trabajo fue echarle muchas ganas.

Seif sin duda ha trabajado muchísimo para estar dentro de los mejores del mundo y es un atleta que tuvo que, así como en otros lados, sin apoyo de las federaciones. Seif estuvo que estar yendo a viajes, de repente, él solo porque lamentablemente el deporte no es una prioridad, es algo como recreación, no es algo que ayude a los deportistas a crecer.

Seif me dice ‘gracias profesor` y Hedaya ‘recuerdo que usted me dijo que confiara en usted y me iba a ser la reina de Egipto, muchas gracias’”, indicó.

CONTENTO POR LA CONFIANZA DE OTRO PAÍS
Oscar Salazar admite que extraña México, su familia, la comida, como el pozole rojo que prepara su mamá al estilo Michoacán. “Lo sabe cocinar súper rico”.

A su vez, acepta que se adaptó a las circunstancias de Egipto y la alegría que siente tras su actuación en los Juegos Olímpicos es una sensación indescriptible, pero es algo que trabajó para llegar a esas metas.

“Me siento muy contento de haber ayudado a otro país, a otros atletas que confiaron en mi, de haber ayudado al país que confió en mí. En lo personal, saber que mi trabajo lo estoy haciendo bien, de recompensar de cierta manera a mi familia por el sacrificio que ha hecho y si esto implica un logro más grande, bienvenido, qué mejor. Me siento muy contento, muy orgulloso de lo que ha sido mi vida durante el taekwondo”, dijo.

LOS PREMIOS NO SON COMO EN MÉXICO
Oscar Salazar considera que en México la situación está mejor en cuanto a los incentivos que reciben los atletas porque en Egipto, no tienen una beca mensual y no tienen tanto apoyo.

“No tienen becas aquí, a ellos no les dan una beca mensual. Creo que hasta que después de ser medallistas también les dan una beca de por vida, no sé cuánto, no es como en México. En cuestión de dinero no sé bien cuánto les dan. Creo que esta vez por medalla de tercer lugar son 500 mil libras egipcias, si hay patrocinios es otra cosa.

Sin duda, esa es una situación que en México estamos mejor, en muchas situaciones que son situaciones directamente relacionadas con los deportistas, pero creo que también en Egipto el hecho de que los atletas no tengan tanto el apoyo, sabes que la persona que está o permanece dentro del deporte es porque está invirtiendo mucho más allá de lo que es solamente su carrera deportiva, está invirtiendo mucho para tener un renombre, que después les ayude.

Por ejemplo, un muchacho de 68 kg está estudiando medicina y para él era muy complicado dejar el servicio en el hospital, se quedó ahí. ‘Cada vez que no vengo al hospital me retrasa un año, me retrasa ciertos meses’, para él era mucho, sabes que él está ahí porque le gusta”, indicó.

‘MÉXICO SE ESTÁ QUEDANDO MUY ATRÁS’
El medallista olímpico no duda en señalar los factores por los que México no trasciende y admite que nuestro país se está quedando atrás con respecto a otros países.

“Obviamente el apoyo a los deportistas no debe de faltar, pero no está llegando como debiera de ser. El deportista al final de cuentas siempre es el que la va a pagar, el que va a poner la cara por México, el que se pone nervioso. Entonces y pasa con muchos, ¿qué es lo que pasa con Cuba? ¿Por qué siempre gana medallas? Porque están preparados, porque las condiciones tan difíciles que tienen los hace valorar lo que hacen, inclusive desde las federaciones. Allá en México es mucho problema eso, donde solamente los amigos de amigos están, que los deportistas no tienen realmente el entrenamiento adecuado, que nos estamos quedando muy atrás de lo que otros países ya hacen.

Por ejemplo, una de las potencias en el taekwondo es Rusia, quien no escatima los gastos en que cada atleta tenga su entrenador, no pueden tener una concentración porque es muy grande el país. Entonces los atletas no pueden estar viajando desde su casa a donde es la concentración. Cada uno entrena en su estado, cada uno entrena con su entrenador y este entrenador está bien capacitado, sino también está consciente que tiene que capacitarse para ayudar a este atleta. Entonces el atleta recibe un entrenamiento individualizado, no para todos y eso en deporte, como el taekwondo es súper importante. No es un deporte en conjunto, se entrena en conjunto, pero se compite en individual.

Mientras más centralizado se continué el deporte menos el crecimiento, ese es uno de los factores. La falta de preparación adecuada de los entrenadores para los atletas, la falta realmente de la federación de estar organizada, de decir este es el plan que tengo.

Mientras más torneos vayas, más ranking ganas, si es que ganas. No quiere decir, mientras más torneos vayas tu posición puede cambiar. Tienes que ganar los puntos, pero también está este límite de puntos y también te van a cobrar estos puntos que hiciste en el año.

Es falta de organización.

Tiene que tener el interés de realmente hacerlo por el país y no hacerlo personal”, apuntó.