El socialdemócrata Stefan Lofven ofrece una rueda de prensa después de participar en una sesión en el Parlamento sueco en Estocolmo, el pasado 29 de junio.TT NEWS AGENCY / REUTERS

El primer ministro de Suecia en funciones, el socialdemócrata Stefan Löfven, que dimitió esta semana, ha recibido el encargo de intentar formar un nuevo Gobierno después de que el líder de la oposición, el conservador Ulf Kristersson, renunciara a su mandato ante la imposibilidad de lograr los apoyos necesarios para formar un Ejecutivo que lidere el país hasta septiembre de 2022 y evitar elecciones anticipadas.

Kristersson había recibido ese mismo encargo hace dos días, pero este jueves entregó de nuevo el mandato al presidente del Parlamento, el conservador Andreas Norlén, al constatar que tiene a la mayoría de la Cámara en contra.

Las dudas sobre el sentido del voto de un par de diputados se han resuelto. La centrista Helena Lindahl ha confirmado que seguirá la línea de su partido y apoyará a Löfven, y el Partido Socialdemócrata ha solucionado la baja de una parlamentaria sustituyéndola por la dimitida ministra de Agricultura, Jennie Nilsson.

“Mi mensaje sigue siendo que el Partido Socialdemócrata y yo estamos listos para asumir la responsabilidad, junto con otras fuerzas constructivas, de llevar el país hacia adelante”, declaró en un comunicado Löfven, que debe informar de sus avances a Norlén el lunes como muy tarde. Esto implica que la votación en la Cámara no podría celebrarse antes del miércoles.

Norlén ha mostrado su intención de acelerar el proceso para resolver la situación, que puede acabar con un nuevo Ejecutivo a finales de julio o con una convocatoria de elecciones extraordinaria si se agota el límite de cuatro intentos.

La Constitución sueca establece que debe haber comicios ordinarios cada cuatro años, de ahí que las elecciones anticipadas sean una rareza en este país nórdico. Las últimas fueron en 1958.

Löfven no tiene en principio una mayoría en contra en el Parlamento para ser elegido primer ministro. Debe vencer sin embargo las reticencias de los centristas, partido clave en las negociaciones, a cerrar cualquier pacto con el Partido de Izquierda.

Moción histórica
El Gobierno en minoría de Löfven perdió hace 10 días una moción histórica (la primera que prospera contra un jefe de Gobierno en ejercicio), gracias a que el Partido de Izquierda, su aliado, apoyó la iniciativa presentada por el ultraderechista Demócratas de Suecia (SD) y respaldada también por conservadores y democristianos. La Izquierda cumplió la amenaza anunciada en 2019 de hacer caer al Gobierno si impulsaba un proyecto para liberalizar el mercado del alquiler de viviendas de nueva construcción.

Löfven gobernaba en minoría gracias a un acuerdo de enero de 2019 con liberales y centristas que rompió la política de bloques y permitió aislar a la ultraderecha, tercera fuerza parlamentaria.

El cordón sanitario al SD ha permitido gobernar a Löfven desde 2014 pese a no tener mayoría, pero conservadores, democristianos y liberales han modificado su postura desde entonces.