La agencia dijo que las calificaciones de México se basan en las fortalezas y debilidades de su democracia. (Bloomberg)

La calificadora Standard & Poor’s (S&P) ratificó este martes la calificación soberana de México a BBB en moneda extranjera y de BBB+ en moneda local, ambas con perspectiva negativa.

Este anuncio lo realizó la agencia luego de las elecciones del 6 de junio, donde el partido en el poder, Morena, junto con sus aliados mantuvieron la mayoría simple en la Cámara de Diputados, lo que, de acuerdo con S&P, los mantiene bien posicionados para impulsar su agenda política en la segunda parte del sexenio.

“Suponemos que mantendrá una gestión macroeconómica cautelosa, con una deuda neta del gobierno general que se mantendrá estable en torno a 48 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) durante los próximos tres años, mientras que el crecimiento se desaceleraría tras un repunte de 5.8 por ciento en 2021, debido a presiones en el entorno para hacer negocios; algunas antiguas y otras asociadas con políticas recientes que pesan sobre la inversión”, expuso la calificadora.

La agencia dijo que las calificaciones de México se basan en las fortalezas y debilidades de su democracia, la cual ha generado estabilidad política y cambios regulares de gobierno en las últimas dos décadas.

“De hecho, el Instituto Nacional Electoral (INE) recién supervisó las elecciones que en general no presentaron problemas ni impugnaciones, para alrededor de 20,000 cargos, las más grandes en la historia reciente del país”, sostuvo.

S&P sostuvo que México no ha tenido el mismo dinamismo económico que sus pares emergentes, y uno de los temas que también tiene pendiente es la seguridad pública, lo que, entre otras cosas, ha llevado al país a una polarización política.

“Prevemos que el crecimiento se mantenga por debajo del de sus pares, y que el repunte posterior a la pandemia pueda verse afectado por la débil confianza de los inversionistas privados debido al deterioro en el entorno empresarial”, indicó.

Además de ello, la calificadora reiteró que Pemex puede seguir siendo una presión fiscal para el gobierno.

“Los mayores riesgos para el desempeño fiscal del soberano se derivan del débil perfil financiero de la empresa estatal de energía Pemex. Continuamos viendo la probabilidad de que el soberano brinde un apoyo extraordinario a Pemex como casi segura, y el historial de apoyo reciente refuerza esta evaluación. Como tal, calificamos a Pemex al mismo nivel que el soberano, a pesar de su débil perfil financiero individual”, abundó.