En la madrugada de este miércoles 26 de marzo se podrá ver desde Latinoamérica un eclipse lunar total y una superluna.

El eclipse lunar total que se podrá ver en la madrugada de este miércoles 26 de mayo desde varias regiones de Norteamérica, América Latina y el sudeste asiático coincide con la superluna más grande y brillante del año. Este espectáculo doble comenzará a las 04:45, hora de México y Colombia, y alcanzará su punto máximo a las 06:11, cuando los observadores podrán ver un Luna llena completamente roja durante 15 minutos.

La superluna se podrá ver en todo el planeta, pero el eclipse lunar total será visible solo en el oeste continental de Estados Unidos y Canadá, en todo México, la mayor parte de Centroamérica, algunas regiones de Colombia y Ecuador, el oeste de Perú y el sur de Chile y Argentina. El eclipse parcial, que se da a medida que la Luna entra y sale de la sombra de la Tierra, será visible desde el este de Estados Unidos y Canadá, justo antes de que la Luna se ponga por la mañana, y desde India, Nepal, el oeste de China, Mongolia, en la noche. Los observadores del este de Australia, Nueva Zelanda y las islas del Pacífico, incluido Hawai, verán el eclipse total y el parcial. Si el eclipse de superluna no es visible desde su ubicación, puede explorar este fenómeno segundo a segundo con Scientific Visualization Studio de la NASA.

Francisco Andolz, director de misión del Orbitador de Reconocimiento Lunar del Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA, explica que la última vez que ocurrió un fenómeno doble igual al que se observará esta madrugada fue hace más de 400 años. “La Luna viaja alrededor del planeta en una órbita elíptica. Dos veces al año nuestro satélite pasa por el perigeo, el punto más cercano a la Tierra, a ese momento se le llama superluna. Que esto coincida con un eclipse total no pasa tan a menudo”. Andolz aclara que en 2015 se observó algo parecido, porque la luna estaba cerca al perigeo, pero no en el punto más cercano, como estará hoy.

El científico de la NASA afirma que cuando hay superluna el efecto visual hace que desde la Tierra veamos la luna 14% más grande que lo que generalmente la vemos. “Si comparamos con cómo se ve la Luna cuando está en el apogeo, el punto más lejano a la tierra, la diferencia visual es de casi 30%”, afirma.

Además de verse enorme y brillante, la Luna de esta madrugada se tornará rojiza. La explicación de este fenómeno es sencilla. Juan Diego Soler, astrofísico del Instituto Max Planck de Alemania, afirma que la luz que se verá en la superficie de la Luna es la producida por el Sol después de atravesar la atmosfera de la Tierra. “La atmosfera terrestre desvía las longitudes de onda más corta, que corresponden al violeta y el azul, y deja pasar las más largas, que corresponden al rojo”.

Por eso esta madrugada veremos todos los amaneceres y atardeceres del mundo reflejados en la superficie de la Luna en un mismo instante. Cuanto más polvo o nubes haya en la atmósfera de la Tierra durante el eclipse, más roja aparecerá la Luna.

Esta madrugada veremos todos los amaneceres y atardeceres del mundo reflejados en la superficie de la Luna en un mismo instante
El doble fenómeno de esta madrugada es una buena oportunidad para conocer en qué va Artemis, la próxima misión tripulada de la NASA que llegará a la luna en 2024 y será la primera tripulada por una mujer. Andolz explica que Artemis durará una semana en la superficie de la luna, tendrá cuatro personas y será uno de los primeros pasos para establecer un puesto lunar y una base espacial orbitando la Luna, que eventualmente será utilizada como punto de partida hacia Marte y otros lugares del sistema solar.

“Con esa misión queremos encontrar los sitios propicios para establecer las bases lunares. Estamos investigando dónde hay materiales como titanio, aluminio, hierro, y aprovechar esos recursos para construir las estaciones”, dice Andolz. Y añade: “Además estamos identificando donde hay agua. Sabemos que no solo hay agua en los polos, sino en distintas partes de la superficie”.

Los cálculos del Orbitador de Reconocimiento Lunar que lleva 12 años estudiando el satélite muestran que puede haber una tasa de agua por dos o tres metros cúbicos de tierra. “Es muy poco, pero sirve”, dice el científico. “Sabemos que tendremos agua para beber, y que se puede convertir en oxígeno y en hidrógeno para respirar y para hacer combustible que nos sirva para próximos cohetes”.

El Orbitador, que envía imágenes, niveles de radiación y grados de temperatura, también reveló que el punto más frío de todo el Sistema Solar está en la Luna. “La temperatura en los cráteres del polo sur de la Luna nunca supera los -240º centígrados. Por eso estamos analizando los sitios donde no haya climas extremos para llegar”, explica Andolz.

Soler, por su parte, afirma que la misión Artemis es muy importante porque “los humanos no nos hemos aventurado más allá de la órbita de nuestro planeta desde hace casi medio siglo y un viaje tripulado a la Luna es un paso intermedio necesario si algún día aspiramos a ver personas sobre la superficie de Marte”.