CIUDAD DE MÉXICO.- La mexicana Lola Mignot comenzó a surfear a los cuatro años de edad y desde ese momento descubrió que el mar siempre iba a ser parte de su vida. La atleta mexicana tiene el reconocimiento internacional por su actividad, aunque lo que más valora es observar la cara feliz de alguna niña a la que le enseña los primeros secretos en la tabla.

Mignot opina que el Día Internacional de la Mujer se debería celebrar todos los días, como ella lo hace. Considera que para que haya un cambio radical se necesita también de la participación de los hombres.

La mujer es creadora del humano y siempre tiene que ser respetada y querida”, expresa la surfista de 21 años. “He visto un cambio poco a poco, pero falta mucho. Tenemos que celebrar y brindar, pero hacerlo todos juntos. A todo el universo se lo pido de que todos abran los ojos, porque todos somos humanos y todos tenemos sentimientos. No sólo las mujeres tienen que salir adelante, lo ideal es que todos seamos iguales, pero con la voz de todos, también la de los hombres para que haya un cambio como se necesita, pero que se haga ya”, agrega.

La joven deportista nació en Francia, pero desde muy pequeña se asentó con su familia en Sayulita, Nayarit, por lo que ya es ciudadana mexicana. Ahí entre la playa y la naturaleza encontró el lugar ideal.

El mar siempre ha sido parte de mi vida y de mi familia. Creo que nos teníamos que encontrar. Cuando comencé a surfear tenía cuatro años, entonces supe que siempre iba a ser parte de mi vida. Es mi lugar. ¡En el agua es donde siempre estoy feliz!

El surf es algo inexplicable se lo recomiendo a mucha gente. Es como una meditación en la que está una con el mar y la naturaleza. El mar siempre se está moviendo y le tengo mucho respeto”.

La Princesa de Sayulita, como es conocida, tiene un estilo especial en la tabla que le es reconocido internacionalmente. Ha sido la inspiración para una serie de documentales.

Cada quien tiene su manera de surfear y cuando eres un surfista se puede reconocer quién es quién”.

Aunque es un deporte. que en sus inicios fue dominado principalmente por los hombres, pronto las mujeres se han ganado un espacio y el reconocimiento. Lola Mignot desea que cada vez se animen más.

En una ocasión me tocó ver en una playa que había más mujeres surfeando que hombres y ahora está pasando más. La verdad cambia la energía en el agua y eso está súper bonito, me gustaría verlo más seguido”.

Lola agradece que se le reconozca como una de las iniciadoras en el surf, pero también se siente orgullosa por las mujeres que deciden practicarlo.

Me encanta poder llevar chicas a surfear, ayudarlas y darles tips, Así nos inspiramos todas. Me hace el día una sonrisa de una niña que enseño a surfear”.

Mignot practica el longboard es una modalidad del surf, un deporte que estará dentro del programa de los próximos Juegos Olímpicos, una vitrina en la que sueña competir algún día.

Hay muchos tipos de surf, el mío, que es longboard, no sé si algún día vaya a llegar a los Juegos Olímpicos, pero el que sea un deporte que va estar presente en Tokio sí va a ser toda una experiencia para los surfistas. Las pruebas serán con olas artificiales, entonces será un poco diferente a ver una persona surfear en el mar con una ola natural y lo que ella pueda hacer, a una ola artificial como que ya sabes lo que pueda pasar.

Es algo hermoso, estaría súper feliz si algún día puedo ir a unos Juegos Olímpicos, es todo un cambio para el surf”.

Aunque el confinamiento ha sido complicado para la mayoría de las personas, Lola Mignot buscó encontrarle el lado positivo a la situación rodeada de la naturaleza.

No lo sufrí, lo disfruté mucho. Fue una experiencia memorable que la pasé con la familia y muchos amigos nos encerramos en el hotel. Hacíamos rutinas de ejercicios y nos la pasábamos muy bien. Además, fue mucho disfrutar, ver a Sayulita sin gente porque es un pueblo mágico y súper turístico, entonces fue lindo verlo en su esencia, sin nadie.”

Acepta que lo único que extrañó fue su tabla y estar dentro del mar, durante el tiempo en el que no hubo acceso.

Yo vivo enfrente del mar y lo veíamos a lo lejos con unas olas perfectas, pero no nos podíamos meter, pero había otras cosas que podíamos hacer y, al mar, con verlo, era suficiente”.

Por coincidencia su nombre está relacionado con su pasión por el surf, lo que también ha sido aprovechado para campañas publicitarias de sus patrocinadores como la de “¡Hola Lola!”, la cual presentó Vans, hace unos días

Yo, en realidad tengo cuatro nombres: Tamaya, Lola, Lorena y Anaís, pero todo mundo me conoce sólo como Lola. El ser embajador de la marca Vans es un sueño hecho realidad porque creo que no hay una marca mejor para el surf. Hacemos los proyectos juntos y nos inspiramos”.

Presume tener una colección de 19 tablas a las que incluso algunas las bautiza con algún nombre en particular. Cada una de ellas guarda un significado especial y se convierte en un objeto intocable por su valía.

Las he ido coleccionando de muchas partes del mundo y otras me las han regalado. Tengo algunas muy bonitas que ni las presto a nadie.

Cada tabla es súper diferente y sabes cuál es cuál. La tabla es de las cosas más importantes”.

Al mismo que realiza una de sus grandes pasiones que es el surf, también se da tiempo para seguir con otra herencia familiar como es el diseño de joyas con la elaboración de collares entre otros artículos.

Es como una meditación, las chaquiras son muy finas y meterlas una por una en un hilo en la joya que estás haciendo. Las hago como si fuera para mí y hay veces que no la quiero vender, pero mi prima me regaña.

Es súper increíble poder crear con tus manos, siempre me ha gustado crear cerámica, ropa, bolsas y ahora también estoy haciendo bikinis”.

Por medio del emprendimiento que inició ayuda a destacar las artesanías de la comunidad huichol y a promoverlo entre los turistas.

Es algo del arte huichol, es algo muy femenino y masculino, todo mundo lo puede usar. Es con piedras, con rubíes, con chaquiras y perlas muy chiquitas.

Ayudamos una comunidad de mujeres huicholes que vinieron como cinco y se quedaron en la casa. Hacíamos un diseño y ellas lo multiplicaban por diez. Ahora estamos tratando de hacer nuestra web site para que nuestra idea salga más allá. Es nuestro primer proyecto y es algo muy divertido”.