LAUSANA.- La UEFA suspendió hasta el final de la presente temporada al árbitro rumano Sebastian Coltescu, acusado de proferir un término racista en el partido de la Liga de Campeones entre el París Saint-Germain y el Basaksehir de Estambul, que fue interrumpido por los jugadores.
Coltescu fue suspendido por “comportamiento inapropiado”, al igual que su compatriota Octavian Sovre, árbitro asistente, que fue sancionado de manera menos severa, con una “reprimenda”, después de que el técnico adjunto del club turco, el camerunés Pierre Webó, se indignara por haber sido mencionado como “el negro” en rumano (“negru”) por uno de estos colegiados.
La comisión disciplinaria de la UEFA, que publicará posteriormente su decisión en detalle, no precisa quién pronuncia la palabra: Coltescu fue señalado en primer momento por Webó, pero un análisis realizado por varios medios rumanos desplazaba las sospechas a Sovre.
La justicia de la UEFA no sanciona a los colegiados por “conducta racista o discriminatoria” (artículo 14 de su reglamento), sí por su artículo 11, que fija “los principios generales de conducta” en el terreno y prohíbe los insultos.
La UEFA ordena a los dos árbitros seguir “un programa educativo” de aquí a finales de junio, cuyo objetivo y contenido no son precisados.
Aquel 8 de diciembre, los jugadores del PSG y del Basaksehir abandonaron el césped en el minuto 13 tras las protestas del equipo técnico turco por el término utilizado para designar a Webó.
El antiguo delantero camerunés también fue sancionado este lunes por la comisión disciplinaria de la UEFA con un partido de suspensión por “comportamiento antideportivo” debido a la vehemencia de sus quejas.
El duelo entre el PSG y el Basaksehir completó sus 76 minutos restantes el día siguiente, con un nuevo equipo arbitral. Los jugadores comenzaron el duelo clavando una rodilla en el suelo, símbolo de la lucha antiracista, y el PSG ganó 5-1.