Alcanzar y mantener un cargo directivo después de trabajar 20 años en una misma empresa, requiere esfuerzo para demostrar capacidad y asertividad en las tareas diarias, admite Tania Ortiz Mena, directora general de IEnova, una de las primeras empresas privadas en invertir en el sector energético en México.
“Estoy en una industria de hombres, en un país muy dominado por roles de género, donde a las mujeres nos han dado muy pocos espacios. Se requiere ser muy asertiva, trabajar mucho. Desafortunadamente, tienes que probar una y otra vez resultados quizá más y mucho más que los hombres. Las mujeres sí tenemos que trabajar mucho para llegar al mismo lugar, tenemos que esforzarnos más para probar de lo que somos capaces”, declara la maestra en Relaciones Internacionales por Boston University, y licenciada en Relaciones Internacionales por la Universidad Iberoamericana.
Señala que si bien fue la primera en abrir espacio para las mujeres, no debe ser la última.
“Tengo que asegurarme que reclutemos mujeres, y que cuando tienen hijos cuenten con el apoyo para continuar trabajando, y que cuando estén sujetas a cualquier tipo de discriminación actuemos de inmediato”, asegura la directiva.
Menciona que dentro de la empresa no asumió la función de alguien más, sino que el crecimiento de la firma generó los espacios.
“Mi rol fue creciendo en las áreas comerciales, de desarrollo de negocios, de regulación y de asuntos de gobierno, hasta llegar a ser directora general. Siento una responsabilidad enorme de continuar creando estas oportunidades para las mujeres en la organización”, dijo.