CIUDAD DE MÉXICO.- Durante el último medio siglo, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) no ha logrado recuperar piezas arqueológicas que han sido sustraídas ilegalmente de México y fueron puestas a la venta en casa de subastas en París, Francia.
Así lo reconocieron ayer las autoridades del INAH, ante la inminente venta de 30 piezas auténticas, pertenecientes a las culturas tolteca, mixteca, azteca y maya, y tres falsificaciones, como el caso de Quetzalcoatl serpent à plumes, que serán ofertadas el próximo 9 de febrero en la casa Christie’s en París.
Durante el último medio siglo, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) no ha logrado recuperar piezas arqueológicas que han sido sustraídas ilegalmente de México y fueron puestas a la venta en casa de subastas en París, Francia.
Así lo reconocieron ayer las autoridades del INAH, ante la inminente venta de 30 piezas auténticas, pertenecientes a las culturas tolteca, mixteca, azteca y maya, y tres falsificaciones, como el caso de Quetzalcoatl serpent à plumes, que serán ofertadas el próximo 9 de febrero en la casa Christie’s en París.
Estamos en presencia de una diferente consideración jurídica de estos bienes que se ponen al comercio. La legislación francesa favorece estas transacciones como ámbitos de lo privado y del derecho mercantil y, por tanto, ellos tienen dificultades jurídicas para intervenir en auxilio del Estado mexicano”, dijo ayer Prieto.
Y agregó: “Esta diferenciación es la que aprovechan algunas casas de subastas y no en vano lo hacen en París, Francia, y no en otros países donde tenemos convenios, como el que prevalece con Estados Unidos, donde existen acuerdos que obligarían a estas casas de subasta a acreditar de manera fehaciente la procedencia de estos bienes”.
Pero en el caso de Francia es al revés, quien tiene que acreditar la procedencia de dichos bienes es el demandante, aun cuando sostenemos que el hecho de que ellos admitan que las piezas provienen del área maya mexicana, del occidente o del centro de México, ya denota que la procedencia tiene que ver con nuestro territorio. Y aunque no necesariamente podamos probar cuándo fueron sustraídas ni sus circunstancias (…) es obvio que se trata de patrimonio mexicano”, afirmó.
Pese a todo, el titular del INAH informó que han interpuesto la denuncia ante la Fiscalía General de la República (FGR) para intentar detener la subasta, pese a que tampoco han detectado referencia alguna de estas piezas en las denuncias que han tramitado ante la Interpol, por lo que desconocen la forma y la fecha en que salieron de México.