Arturo Herrera, secretario de Hacienda, calificó como adecuado posponer la discusión de la reforma a la Ley del Banco de México (Banxico) para dar espacio a una discusión más técnica y profunda.

El funcionario consideró que “claramente” no se analizaron las implicaciones de dichos cambios.

“Como se acaba de hacer público, los diputados pospusieron la discusión de la ley de Banxico. Nos parece que han tomado la medida adecuada al dar espacio para tener una discusión más técnica y profunda”, señaló Herrera en su cuenta de Twitter.

La respuesta se dio minutos después de que Ricardo Monreal, coordinador de la bancada de Morena en el Senado, tuiteó que respetaba la decisión de la colegisladora de aplazar la discusión de la reforma.

El titular de Hacienda indicó que la motivación inicial de esa iniciativa debe ser atendida, específicamente que los mexicanos en Estados Unidos puedan enviar las remesas de manera segura y a costo eficiente.

Sin embargo, enfatizó que la reforma a la Ley del Banxico “claramente no se analizaron las muy importantes implicaciones para el sistema financiero mexicano”.

Apuntó que un dato para la discusión es que alrededor de 99.3 por ciento de todas las remesas ya pasan por el sistema bancario, “por lo que esta es la ruta que debemos seguir operando para que sigan llegando de manera rápida, segura y con bajos costos”.

Herrera agregó que, así como han hecho en los últimos días, “seguiremos atentos para proveer información e intercambiar opiniones con los diferentes actores, de manera destaca con el Legislativo”.

Este martes, el coordinador de la bancada de Morena en la Cámara de Diputados, Ignacio Mier, dijo que propuso a la Junta de Coordinación Política (Jucopo) la creación de un grupo de trabajo con la participación de todos los sectores que tienen que ver con la reforma.

La legislación, que obtuvo la aprobación del Senado la semana pasada, obligaría al Banxico a comprar divisas a los bancos locales, que terminan con dólares en exceso por remesas y turismo. Muchos de los dólares que circulan en México provienen del tráfico de drogas u otras actividades ilegales, y los funcionarios ven el riesgo de que el Banco Central enfrente sanciones estadounidenses por manejar inadvertidamente dinero sucio.