El fútbol mexicano no siempre corona al mejor. Esta vez, el León conquistó la Liga MX en sus dos fases del torneo: durante 17 fechas y en la liguilla. Esta vez la regularidad tuvo su premio. El conjunto esmeralda se deshizo de unos Pumas, con mayor gallardía que con fútbol, y le venció 2-0 (3-1, en el marcador global).
La fortuna le había sonreído a los Pumas en el arranque. O eso parecía. En los primeros ocho minutos del partido, un motor del equipo de León, el ecuatoriano Ángel Mena, empezó a tener problemas físicos y tuvo que salir del campo por lesión. Ese golpe, sin saberlo, le afectó más al conjunto universitario porque en una primera incursión al área el argentino Emmanuel Gigliotti marcó el gol frente al guardameta Alfredo Talavera, quien confió en que su sola palma podía desviar un tiro. Mala apuesta. El balón tenía ya un lugar asegurado en la portería en los primeros once minutos del partido. Un exceso de confianza que salió caro.
El club representativo de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), con un cuchillo entre los dientes, se lanzó al ataque aunque sin una brújula. El equipo le confió en una chispa de creatividad de Carlos González y de Juan Dinenno. Pocos problemas le ocasionaron a un León que, seguro con un gol en el bolsillo, dosificó su esfuerzo y manejó el cronómetro a placer. En las más de 13 faltas del primer tiempo que ocasionaron los Pumas, los jugadores esmeraldas aprovecharon para romper de tajo el ritmo del partido. Más teatro que dolor. Los Pumas, antes de irse al vestidor, fueron salvados por la mano, ahora rígida, de Talavera.
Los últimos 45 minutos fueron una carrera de fondo que los jugadores de Pumas no pudieron terminar. Cuando debían tirar más a puerta, recibieron réplicas que hacían palidecer cualquier esperanza universitaria. No fue, tampoco, la noche de los defensores de la UNAM, más erráticos que en toda la serie final del campeonato mexicano e incluso perdieron por nocaut a Johan Vásquez quien sufrió un duro golpe en la cabeza en un córner y tuvo que abandonar el partido por recomendación médica. Los Pumas se inclinaron al ataque, pero nunca pudieron romper la barricada de un León que les mantuvo a raya.
Los dos cerberos del campo vestían de verde y medían menos de 1,68 metros: el lateral Fernando Navarro y el creativo Luis Montes. Ambos, con pases precisos, abrieron el camino al campeón con las dos asistencias a gol. Montes dejó a Yairo Moreno con la oportunidad de hacer el segundo gol y de liquidar la final al minuto 83. El León, tras ganar el campeonato jugado en plena pandemia, se podrá bordar la octava estrella de campeón y corona el trabajo del entrenador Ignacio Ambriz, un viejo asistente técnico de Javier Aguirre en el Atlético de Madrid.
La última vez que un club que ganó la Liga y terminó como el mejor equipo en la primera fase del certamen fue en 2014 cuando el América conquistó el título frente a Tigres. En 2012 lo logró el Santos Laguna. Pachuca (2006 y 2007) y Toluca (1998, 1999 y 2000) también fueron campeones con paso ideal. Este año, el León solo perdió un partido en 17 juegos disputados, 12 triunfos y cuatro empates. Un paso de rey.
Los Pumas, en cambio, califican como más que decente su participación en el torneo tras la súbita renuncia de su entrenador, Míchel González, a horas del arranque del torneo. El equipo universitario, que tiene uno de los presupuestos más bajos en el campeonato, apeló a un entrenador de casa: Andrés Lillini, a quien le contrataron en 2017 como entrenador de fuerzas básicas. Con Míchel al frente, el equipo de la UNAM no pudo ni clasificarse a la fase final del campeonato. Llegar este 2020 a la final fue premio al mérito con un plantel lleno de juveniles.
El campeonato de León tuvo una protagonista que brilló en silencio. Karen Díaz, asistente de línea, se convirtió en la primera árbitra en participar en una final. La silbante, de 36 años, pitaba en su natal Aguascalientes a escondidas de sus padres. En sus primeras experiencias, en el fútbol amateur, debía soportar empellones y las ofensas de los futbolistas. “A ese jugador que me estaba gritando yo siempre me decía: ‘Me va a ver en la televisión y se va a tragar lo que me están diciendo”, contó la mexicana a EL PAÍS en una entrevista en 2017. Y esta noche, seguramente muchos le han reconocido en la televisión. Díaz ya es pionera en su país.