CIUDAD DE MÉXICO.- Apenas se escuchó el silbatazo final, el técnico Nacho Ambriz se fue corriendo al túnel en el estadio Nou Camp. “Me puse a llorar y a dar gracias a Dios por este campeonato”, declara el estratega mexicano en su primer título en el balompié mexicano.
Con la voz ronca y en un estadio vacío, Nacho comentó que “tenía una cuenta pendiente con la afición del León, ya había estado en una final y la perdí. Ahora puedo decirle a la afición que está afuera del estadio que estamos a mano”.
Expresó que el título es un premio a dos años de trabajo, que “valió la pena llegar a León y soñar con este título. Ahorita quiero festejar, regresar a casa y entregar el campeonato a mis hijos, a quienes abandoné por el equipo”.
Sabe Nacho que con este título “me he graduado en el balompié mexicano. Tengo contrato hasta mayo, pero ahorita no quiero pensar en eso, deseo festejar con los muchachos del equipo, agradecerles y mañana me sentaré con la directiva para pensar en el futuro y en los refuerzos para el León”.
“SE DISFRUTÓ MÁS”
Rodolfo Cota, portero del León, reconoció que las últimas semanas fueron difíciles para él y su familia, ante los ataques de la prensa y los aficionados que pusieron en tela de juicio su profesionalismo, después de la polémica con José Juan Macías y el penal marcado en la serie ante Chivas.
Sí, fue complicado, se disfrutó más y por todo lo que se dijo, cómo la gente sin conocerte te empieza a atacar, pero me quedo tranquilo, soy una persona que se ha dedicado a trabajar, está de más poder decir algo. No es que haya sufrido los ataques, mi esposa sí, por los medios o por la gente en redes, igual mis papás, pero estoy tranquilo, muy feliz porque se consiguió”.