Conforme al calendario oficial, el ciclo escolar 2020-2021 inició a distancia el 24 de agosto de 2020, utilizando fundamentalmente la televisión, la radio, Internet, y los libros de texto gratuitos, todo esto con la intención de “garantizar el derecho a la educación de niñas, niños y adolescentes” (como lo estipula el artículo tercero de la constitución), al menos esto es lo que reza en los discursos de las autoridades educativas. Señalan, también, que las escuelas reabrirán sus espacios para clases presenciales, solamente si el semáforo de alerta sanitaria de la entidad y el municipio se encuentran en color verde. Lo anterior como una medida para reducir la propagación del coronavirus covid-19 al mantener en casa a más de 25 millones de niñas, niños y adolescentes de educación básica de todo el país.
Es de todos conocido que la estrategia aprende en casa I implementada por la autoridad educativa para finalizar el ciclo escolar 2019-2020 fue un fracaso, porque para estudiar en esta nueva modalidad, los niños y jóvenes debían contar con una televisión, una computadora, y o al menos un teléfono celular inteligente para poder tener acceso a los contenidos temáticos que la Secretaría de Educación diseñó. Sobre todo, se debía tener acceso a internet, ya que las plataformas digitales fueron la base rectora de la enseñanza en ese periodo. Como era lógico, esa estrategia tenía que fallar, pues en México, 7 de cada 10 estudiantes no tienen acceso a internet y el 70% de los estudiantes no tienen una computadora. Según datos de la UNICEF el 78.6% de los hogares no pudieron acceder a las clases de Aprende en Casa I.
En este ciclo escolar, sin aprender de los errores cometidos y sin consultar de nuevo a los maestros se optó por esta estrategia, la de poner al televisor al centro del proceso de aprendizaje. Está claro que esta forma de enseñanza no atiende los distintos niveles de desarrollo cognitivo de los alumnos, además, la televisión y el Internet reducen la interacción social fundamental para aprender, los mismos estudiantes son vías de comunicación distintas con las cuales el niño o el joven, puede interactuar para construir el conocimiento, intercambiando opiniones, materiales, emociones, haciendo preguntas y buscando respuestas. Al digitalizar al máximo la educación lo que sucede es que se rompe esa multiplicidad de vías de comunicación para reducirla de manera unidireccional: estudiante-pantalla, pantalla-estudiante.
¿Por qué no invertir los 450 millones de pesos entregados a las televisoras privadas al combate a la pandemia y a la mejora de las condiciones materiales de las escuelas?, ¿Por qué no ir creando condiciones para regresar con toda seguridad a clases? ¿Por qué no poner los pies sobre la tierra sobre las verdaderas necesidades del actual sistema educativo?
No es para nadie nuevo que antes de la pandemia, la educación en México ya registraba un rezago educativo muy grande. Existe aún el problema del acceso a la educación para todos, la calidad de la educación que se imparte en México, según la última aplicación de la prueba PISA, los resultados en el país mostraron que el rendimiento de los alumnos mexicanos está por debajo del promedio de los países de la OCDE y si hablamos de la infraestructura, de un total de 145,704 escuelas de educación básica diagnosticadas por el Instituto Nacional de la Infraestructura Física Educativa (INIFED), 31% presenta daño estructural en sus instalaciones y 33% funcionan con estructuras atípicas, es decir, con edificaciones que no se apegan a la normatividad establecida.
Es por esto que hago un llamado al gobierno de la 4T para que vea los problemas reales de la educación en nuestro país. Para que asigne el presupuesto necesario para mejorar las condiciones físicas de las escuelas, para que se pueda hacer ciencia y para que los maestros tengan mejores condiciones salariales. Para que deje de aplicar maniobras que lo único que hacen es costarle al estado y que no tendrán resultados objetivos. Y para que reivindique sus acciones y que éstas realmente beneficien al tan lastimado sistema educativo de nuestro país.