Hace algunos días el titular de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), Santiago Nieto anunció que fueron congeladas cuentas “de dirigentes” de Antorcha, supuestamente por haber recibido recursos de procedencia ilícita, es decir, los recursos, derechos o bienes de cualquier naturaleza, cuando existan indicios fundados de que provienen directa o indirectamente de las ganancias derivadas de la comisión de algún delito y no pueda acreditarse como legal, por lo tanto la acusación es totalmente gratuita, sin base probatoria alguna; tampoco se aplicó previamente el más mínimo procedimiento de ley que pudiera permitir a los afectados saber de qué se les acusaba y ejercer su derecho a la defensa.
Esta acción es eminentemente mediática, políticamente motivada, cuyo único propósito es el escándalo más que preservar el orden legal, debe estimarse que los principios constitucionales del debido proceso legal y el acusatorio resguardan en forma implícita el principio de presunción de inocencia, dando lugar a que el acusado no tiene la carga de probar su inocencia, puesto que el sistema previsto por la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos le reconoce, a priori, tal estado, al disponer expresamente que es al Ministerio Público a quien incumbe probar los elementos constitutivos del delito y de la culpabilidad del imputado, tal y como se desprende de lo dispuesto en el artículo 19, de nuestra carta magna.
Por nuestra parte no hay ningún delito que perseguir, los antorchistas no tenemos nada de que avergonzarnos, sobre las acusaciones de la UIF y del gobernador morenista de Puebla Miguel Barbosa, sobre los actos de corrupción y lavado de dinero es mas bien motivada, como dije anteriormente, por motivos políticos, estas denuncias que se están haciendo en contra de Antorcha están tejidas a base de puras mentiras.
Una de las acusaciones tiene que ver con el trabajo financiero que ha venido desarrollando nuestra organización, que el titular de UIF dio a entender que es a través de vías ilícitas. Pero el Movimiento Antorchista comenzó su actividad financiera desde hace 46 años, que, hasta el momento, hemos logrado pequeñas inversiones en negocios, como las gasolineras y restaurantes, las cuales han generado desconcierto y críticas en contra nuestra, negocios en donde la ganancia se reinvierte en otros negocios, además de la colecta pública por parte de todos los activistas que conformamos la organización.
Antorcha ha construido un soporte económico propio, el cual nos garantiza la capacidad de propaganda, alimentación de todos los activistas, vestimenta, una habitación digna, medicinas en caso de enfermedad, la solvencia económica para las actividades culturales que han disfrutado millones de mexicanos, tales como las espartaqueadas anuales y a todo esto hay que agregarle también, la educación de muchos de nosotros, entre otras muchas más, es decir, todo lo que implica sostener y mover a una organización con el tamaño y el propósito histórico de tales magnitudes como la nuestra.
Y esta base económica que hemos construido con mucho esfuerzo, todos los negocios de Antorcha han cumplido con todos los requisitos para obtener los permisos, no hemos hecho en ningún momento una manifestación para que se nos otorguen, hemos cumplido con los requisitos y los documentos necesarios para que el funcionamiento sea legal, mismos que se pueden encontrar en los archivos de las dependencias correspondientes.
Me pregunto entonces ¿en donde esta la ilegalidad de nuestras actividades? ¿Cuál es el delito que hemos cometido los antorchistas, que persigue Santiago Nieto? Santiago nieto está cayendo en incoherencias, pues ni siquiera se ha presentado una denuncia en la Fiscalía General de la Republica (FGR), tan solo con esto, está violentando los derechos humanos, al acusar sin probar, y perseguir a una organización social transparente y forjada desde hace 46 años.
Estas acusaciones sin fundamento son con miras al 2021, pues Antorcha en las elecciones del año próximo será un fuerte competidor y ya nos dimos cuenta que ha empezado, la campaña del 2021, por lo tanto, invito a todos los mexicanos a formar un gran frente para que no se sigan pisoteando nuestras garantías constitucionales.