El empresario Jimmy Lai, en el centro, escoltado por la policía en la redacción de ‘Apple Daily’, este lunes, en Hong Kong.GNPHOTO-DAVID / AP
China redobla la presión en su enfrentamiento con Estados Unidos. El Gobierno de Pekín ha anunciado este lunes que sanciona a 11 representantes políticos y de ONG estadounidenses, entre los que se encuentran los senadores republicanos Marco Rubio y Ted Cruz, contra quienes ya anunció medidas en julio por denunciar las violaciones de derechos humanos contra la población uigur en la provincia china de Xinjiang. “China ha decidido imponer sanciones a ciertas personas que se han comportado mal en determinadas cuestiones vinculadas a Hong Kong”, ha indicado el portavoz de Exteriores chino, Zhao Lijian, en declaraciones recogidas por la agencia France Presse.

La lista de sancionados en represalia por el castigo anunciado la semana pasada por Washington contra la jefa del Ejecutivo de Hong Kong, Carrie Lam, y otros 10 funcionarios del enclave y el Partido Comunista de China por socavar la autonomía de la antigua colonia británica, también incluye al máximo responsable de la ONG Human Rights Watch, Kenneth Roth, a tres representantes de instituciones norteamericanas, tres senadores y un congresista, estos últimos todos pertenecientes al partido republicano.

El portavoz, que no ha precisado la naturaleza de las sanciones, ha reiterado: “China se opone con resolución y condena con firmeza esta insolente interferencia en sus asuntos domésticos, dado que supone una violación muy seria de las leyes internacionales y los principios básicos de relaciones internacionales”. Zhao ha subrayado que “el principio de Un país, dos sistemas ha sido reconocido alrededor del mundo como un éxito (…) aunque su implementación también supone retos”.

Además, en otra acción contra el movimiento de protesta de Hong Kong, la policía ha detenido este lunes a Jimmy Lai, fundador de Apple Daily, el principal periódico prodemocracia del territorio autónomo, en su residencia en el barrio de Ho Man Tin. El conocido empresario está acusado de “conspiración con fuerzas extranjeras, la expresión de palabras sediciosas y fraude”; los dos primeros tipos legales reconocidos por la reciente Ley de Seguridad Nacional impuesta desde Pekín y que hace tambalear el régimen de derechos y libertades del territorio.

Al mismo tiempo, más de 100 efectivos tomaban la sede de Next Digital, empresa propietaria del medio, donde han llevado a cabo un registro de la redacción. Imágenes compartidas en redes sociales muestran cómo los agentes ordenaban a los periodistas que se colocaran en fila para revisar uno a uno sus pertenencias. Al menos otras seis personas permanecen de momento bajo custodia policial, entre las que se cuentan los dos hijos de Lai. También han sido detenidos altos cargos de Apple Daily como Cheung Kim-hung, director general, y Chow Tat-kuen, director financiero. “La operación sigue en marcha y no descartamos más arrestos”, han asegurado las fuerzas de seguridad. Ryan Law, editor del periódico, ha declarado que la medida no les va a intimidar. “Seguiremos como de costumbre”, recoge Reuters.

A lo largo de la mañana la cotización en Bolsa de Next Digital se ha disparado hasta un máximo de un 350% tras la intervención, antes de terminar la jornada con un crecimiento del 183%. Organizaciones prodemocracia han llamado a sus miembros a comprar ejemplares o participaciones en la empresa. El mercado bursátil, por contra, ha cerrado con un retroceso del 0,63%. Next Digital ha emitido un comunicado esta tarde titulado Seguiremos Peleando en el que describen cómo “los agentes revolvieron documentos en la redacción, quebrantaron la libertad de prensa por medio de la intimidación y crearon una atmósfera de terror blanco”, lo que califican de “un abuso de poder”. “La libertad de prensa en Hong Kong pende de un hilo, pero nuestra plantilla permanece plenamente comprometida con nuestro deber”, sentenciaba.

Lai, quien ostenta la nacionalidad británica y taiwanesa, es una celebridad en Hong Kong. Para muchos se trata de un héroe, el único magnate capaz de criticar abiertamente al régimen chino y de defender la causa prodemocracia; mientras que los medios oficiales chinos se han referido a él como un “traidor” y la “principal mano negra” detrás de las manifestaciones antigubernamentales que desde el año pasado han sumido a la excolonia británica en la mayor crisis de su historia moderna.

“Estoy preparado para ir a la cárcel”, confesaba el empresario en una entrevista que mantuvo en junio con el medio digital Hong Kong Free Press. “Si me toca, tendré la oportunidad de leer libros que todavía no he leído. Lo único que puedo hacer es ser positivo”. En ese mismo encuentro se refirió a la Ley de Seguridad Nacional como “una sentencia de muerte”. “Destruirá nuestro imperio de la ley y nuestro estatus financiero internacional”, añadió.

Esta nueva legislación castiga hasta con cadena perpetua a quienes participen en actividades denominadas como “sediciosas, terroristas o subversivas”, limita la libertad de expresión y abre camino a la operación de los servicios de seguridad de la China continental. Por ello, la comunidad internacional la ha tachado de “draconiana” y de suponer una violación de los principios recogidos en la Ley Básica que regula el enclave y en el acuerdo para la devolución de soberanía pactado en la Declaración conjunta Sino-Británica.

La policía también ha arrestado este lunes a Agnes Chow, miembro fundadora del partido político Demosisto. Según medios locales, su detención también encontraría anclaje legal en la Ley de Seguridad Nacional, aunque todavía no han trascendido detalles al respecto. Horas antes, Chow había compartido en su perfil de Facebook fotos de un grupo de agentes apostados a la puerta de su residencia. Demosisto, cuyo secretario general es el conocido activista Joshua Wong, se disolvió a finales de junio cuando entró en vigor el nuevo marco legal impuesto desde Pekín, aludiendo que “todo el mundo debe seguir luchando de una manera más flexible”. Nathan Law, uno de sus rostros más conocido, optó por exiliarse de Hong Kong sin desvelar su destino.

Reacciones
“La libertad de prensa y de expresión están en juego”, ha publicado en Facebook el Partido Demócrata de Hong Kong, que ha instado al Gobierno a dejar de utilizar la ley como arma para la persecución de los disidentes, lo cual “solo tendrá un impacto devastador en la comunidad de Hong Kong”. Steven Butler, coordinador del programa del Comité para la Protección de Periodistas en Asia, por su parte, ha apuntado que lo sucedido “confirma los peores temores de que la ley se utilizaría para reprimir la opinión crítica a favor de la democracia y restringir la libertad”. “Aunque era de esperar, el arresto de Jimmy Lai es muy escandaloso porque sus dos hijos también han sido arrestados, lo que obviamente es un intento de las autoridades de destruir la voluntad de Lai a través de los lazos familiares“, ha escrito en Twitter Wang Dan, uno de los líderes estudiantiles de las protestas de 1989 en la Plaza de Tiananmen. ”Hago un llamado a la comunidad internacional para que tome medidas inmediatas”, ha añadido.

El pasado viernes, EE UU impuso sanciones contra Carrie Lam, actual jefa del Ejecutivo, y otros 10 altos cargos del territorio por “minar la autonomía de Hong Kong y los derechos de su gente”. El texto emitido entonces por el Departamento del Tesoro norteamericano apuntaba que China está intentado minar los procesos democráticos, en referencia a la descalificación de candidatos prodemocracia y al aplazamiento de las elecciones legislativas previstas para el 6 septiembre, en las que todo hacía presagiar que la oposición obtendría uno de sus mejores resultados históricos, pero que han sido pospuestas un año bajo el pretexto de que no es posible celebrarlas con seguridad a causa de la pandemia de coronavirus.