Manifestación contra la violencia machista, en Ciudad de México en 2016.PEP COMPANYS
En México, un país donde cada día son asesinadas diez mujeres, los meses del confinamiento por la pandemia del coronavirus se han convertido en una doble agonía para las víctimas de violencia machista. Las llamadas de auxilio aumentaron hasta el mes de mayo un 80%, según la Red Nacional de Refugios, una organización que socorre a mujeres maltratadas cuando necesitan abandonar sus domicilios. Al miedo al contagio, se suma un obstáculo más: el recorte presupuestal que ha sufrido la Alerta de Violencia de Género en varios de los Estados con más feminicidios registrados. La alerta, decretada en más de la mitad del país, es un mecanismo para frenar las agresiones, desapariciones y asesinatos de mujeres.

En total, el tijeretazo asciende a más de 37 millones de pesos, que representan el 33% del total etiquetado en el Presupuesto de Egresos de la Federación para 2020 -unos 113 millones-, aprobados por la Cámara de Diputados y que estaban destinados a combatir la violencia machista a través la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres (Conavim), ligada a la Secretaría de Gobernación. “Es una manera de decir que el Estado mexicano claudicó en la lucha contra la violencia hacia las mujeres”, responde la diputada de oposición Martha Tagle, de la Comisión de Gobernación en la Cámara de Diputados.

La alerta de género en el Estado de México (47 feminicidios en lo que va de año), Veracruz (35), Nuevo León (30), Ciudad de México (29), Puebla (28), Jalisco (22), Nayarit (5) y Zacatecas (3) se quedó sin fondos, dejando a la mitad programas de apoyo a las mujeres, mientras que Quintana Roo y Tlaxcala, sufrieron ajustes. Candelaria Ochoa, ahora extitular de Conavim firmó un día antes de su salida, el 29 de junio, la orden para los recortes. Este periódico se puso en contacto con Ochoa, quien declinó hacer ninguna declaración al respecto. Los recortes impuestos por el Gobierno para seguir su plan de austeridad están afectando a partidas muy sensibles en las políticas de igualdad, y la de Ochoa no es la primera dimisión ocurrida en las últimas semanas debido a ello.

Entre los proyectos suspendidos en el Estado de México por falta de presupuesto están uno en Naucalpan y otro en Ecatepec -dos de los municipios con las tasas más altas de feminicidios- a los que se les había asignado una partida de 960.000 pesos a cada uno. En Jalisco, el recorte afectó a la creación de cuatro unidades a la atención de mujeres víctimas de violencia y a un programa de prevención de la violencia sexual en las plataformas Uber y Didi.

Es curiosa la arbitrariedad de la medida, ya que otros Estados con una tasa menor de feminicidios conservan el presupuesto asignado para todos sus programas de la alerta como es el caso de Oaxaca, con 21 millones de pesos, mientras que se eliminó el presupuesto de Veracruz de solo siete millones. Desde la secretaría de Gobernación señalaron que en breve se dará a conocer información más detallada sobre este asunto.

Conavim ejerció durante el primer trimestre solo un 2% del presupuesto asignado, según Hacienda. El Gobierno ordenó en abril reducir un 75% los gastos de operación de toda las dependencias gubernamentales por la emergencia sanitaria. “El presidente dijo que no se iban a recortar los programas vinculados a los derechos humanos, a menos que este Gobierno piense que los derechos de las mujeres no son derechos humanos”, dice la abogada Andrea Medina. “Recortar las alertas de violencia de género contradice a la política feminista de México de la que la secretaría de Exteriores habla en foros internacionales”, señala Medina.

La Conavim no es la única instancia a la que se le ha quitado presupuesto, antes de ella las Casas de la Mujer Indígena o Afromexicana (CAMIs) denunciaron el recorte de fondos públicos que habían sufrido. Esas casas atienden cerca de 30 proyectos y son un espacio para la toma de decisiones, la atención a situaciones de violencia machista y por cuestiones económicas. “Tenían asignados 32 millones de pesos y apenas les van a dar el 25% de los recursos para pagar los gastos básicos”, apunta Martha Tagle. “Si este Gobierno dice que gobierna para los pobres, las pobres de los pobres son las mujeres indígenas y las está despojando de todo”, agrega Andrea Medina.

Tampoco tienen asegurada su continuidad lo que queda de año los refugios para mujeres víctimas de violencia o el Programa de Apoyo a las Instancias de Mujeres en las Entidades Federativas (PAIMEF). Esta semana, el Instituto Nacional de las Mujeres (INMujeres) dará a conocer los ajustes que tendrá en su estructura con motivo del recorte del 75%, lo que podría afectar al Fondo Transversalidad para las políticas de igualdad en Estados y municipios.

En mayo, la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, reconocía en una reunión con organizaciones de la sociedad civil que muchos programas enfocados en la atención y prevención de la violencia machista iban a ser destinados al sector salud y que el Gobierno buscaría a las embajadas y la cooperación internacional para cubrir estas obligaciones desatendidas.

El presupuesto total federal destinado a los programas de igualdad entre hombres y mujeres, contemplado en el Anexo 13, representa menos del 2% del monto total de la erogación para 2020. “Se trata de un desmantelamiento innecesario de la política de igualdad porque los recursos considerados son demasiado pequeños para impactar otras áreas. [La decisión] es una mezcla de misoginia, prepotencia e ignorancia”, dice Magdalena García, integrante de MIRA- Pensadoras urbanas y experta en política presupuestal, quien señala que de acuerdo a la Ley, los gastos de Igualdad del Presupuesto de Egresos no se pueden recortar.

Durante la mañanera de este martes, el presidente López Obrador ha sido cuestionado sobre qué medidas concretas está llevando a cabo su Gobierno para acabar con la violencia machista. El mandatario se ha salido por la tangente y ha dicho que hay que “atender el origen del problema”, ya que la violencia “no se puede resolver solo con medidas coercitivas”, se origina “porque no hay justicia, los jóvenes no son atendidos con oportunidades de estudio y trabajo y es por ello que se desintegran las familias”, respondió. Ignora el presidente que la violencia machista se da en todos los ámbitos, épocas y países, entre quienes tienes no tienen trabajo y entre las clases acomodadas.

El caso de la nueva Conavim acéfala y sin apenas presupuesto, se suma a las renuncias de la titular de la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas (CEAV), la de la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Discriminación (CONAPRED) y la subsecretaria de Salud. “Deberíamos de construir una política de género urgente tan robusta como la que se está construyendo en torno a la emergencia sanitaria. Los datos oficiales demuestran que la violencia feminicida está ahí y sigue presente también en la pandemia”, señala Martha Tagle. En línea con lo anterior, Magdalena García agrega: “Los efectos de la pandemia serán peores para las mujeres”.