El réferi usó cubrebocas y limitó sus intervenciones físicas en los combates; en la foto, el pleito entre Iván García (izq.) y Eduardo Palomares (der.). Foto: Cortesía Promociones Zanfer

CIUDAD DE MÉXICO.- La campana volvió a sonar. Luego de tres meses de sequía el boxeo profesional volvió a la Ciudad de México y a las pantallas de televisión de miles de hogares en el país.

La función, organizada en las instalaciones de una televisora al sur de la CDMX, también fue el primer evento de deporte profesional en la capital desde que en marzo se decretó la cuarentena.

Aunque sin la emoción del público presente, los boxeadores salieron a entregarse; no había pugilismo desde el 15 de marzo.

Iván Armando García y Eduardo Palomares fueron los primeros boxeadores en subir al ring, pero antes pasaron sus equipos de trabajo, los réferis, personal de sanitización y el staff de televisión, por un riguroso control sanitario, que empezó una semana antes, con pruebas para evitar la propagación del nuevo coronavirus.

Esta pelea, entre dos boxeadores de menos de 10 combates profesionales cada uno, fue de antología: puso fin a la sequía, pero también fue la primera en la historia del boxeo profesional en la que los jueces que sancionaron lo hicieron de forma remota.

El capitalino García, con tres tarjetas de 59-55, se llevó el triunfo, el sexto de su joven carrera.

La pelea estelar de la función de Promociones Zanfer se habría disputado tras el cierre de esta edición, entre Emanuel Navarrete, campeón súper gallo de la Organización Mundial de Boxeo (OMB) y Uriel López. El duelo estaba pactado en peso pluma, por lo que el cinto del Vaquero no estaba en juego.