Seis de cada 10 empresas mexicanas -57 por ciento- prevé que la recuperación económica de sus negocios se dará hasta el 2022 o 2023, según datos del Estudio Nacional de Factores de Impacto en las Empresas Mexicanas, realizado por Vestiga Consultores.

El estudio reveló que los dueños y directivos de las empresas perciben que a la economía nacional también le tomará tiempo antes de regresar a las condiciones previas a la crisis de la pandemia de COVID-19, por lo que solo una muy pequeña porción de las empresas (4 por ciento) prevé recuperarse en este mismo año.

“Ante la dureza con la cual esta crisis ha estado golpeando los ingresos de las empresas y las perspectivas de un regreso lento a la normalidad, los tomadores de decisiones han optado por reducir sus planes de inversión de capital para este año hasta en un 50 por ciento. Incluso, un 15 por ciento de las empresas estiman efectuar un proceso de desinversión”, dijo Sergio Díaz, socio director de Vestiga.

Para enfrentar este panorama complicado, el 62 por ciento de las empresas ejerció una reducción salarial temporal de sus empleados, un 35 por ciento tuvo que recurrir a despidos, y prácticamente el 100 por ciento de las empresas tuvieron que disminuir los gastos administrativos y operativos de sus negocios.

En entrevista, Sergio Díaz apuntó que los empleados más jóvenes son los más propensos a ser despedidos durante la contingencia, ya que al tener menor antigüedad, representan menores costos para sus empleadores en cuanto a pagos de indemnizaciones y prestaciones.

“Las Mipymes son más proclives a despedir personal con mayor facilidad y rapidez, dado el entorno de informalidad en el que se mueven. Es más complicado para las grandes empresas trasnacionales recurrir al recorte de personal, debido a sus intrincadas normativas internas y un mayor apego a la legalidad por la regulaciones nacionales e internacionales con las que deben cumplir”, dijo.