La medida se da en un momento en que el Gobierno chino trata de proyectar una imagen de 'calma y estabilidad' tras verse afectado por el COVID-19.

Wuhan, el epicentro de la pandemia del nuevo coronavirus en China, informó este martes que ha realizado pruebas a casi siete millones de personas en 12 días, completando una campaña para evaluar a toda la población después de que varias infecciones provocaran temores a una segunda ola.

Un total de 6.68 millones de personas se sometieron a pruebas de ácido nucleico, de las que 206 resultaron que eran casos asintomáticos, según cálculos de Bloomberg basados en cifras diarias publicadas por la comisión de salud local.

La campaña de pruebas masivas de Wuhan forma parte de los esfuerzos de China para evitar el resurgimiento de la epidemia a toda costa tras haber tenido que cerrar grandes sectores de la segunda mayor economía del mundo para controlarla. La aparición de un nuevo grupo de casos en la región noreste llevó a los funcionarios a decretar el aislamiento de unos 100 millones de residentes.

La ambiciosa misión para la realización de pruebas se anunció el pasado 12 de mayo, días después de que surgieran nuevas infecciones por primera vez desde que se levantó el aislamiento de 76 días en Wuhan, en abril.

El ritmo de las pruebas aumentó rápidamente en el transcurso de la campaña, y la ciudad ofreció pruebas a más de 1.1 millones de personas el 23 de mayo, más de 26 veces la cifra completada el primer día, según la Comisión de Salud de Wuhan.

El presidente de China, Xi Jinping, subrayó la necesidad de “no arruinar el logro obtenido con tanto esfuerzo” para contener el virus SARS-CoV-2 en una reunión con representantes de Hubei, provincia de la cual Wuhan es la capital, durante el congreso anual de alto perfil que se está llevando a cabo en Beijing.

Los principales líderes de la nación se esfuerzan por proyectar una imagen de calma y estabilidad durante el Congreso Nacional del Pueblo todos los años, lo que hace que sea aún más crucial que los nuevos brotes se eliminen rápidamente.

Incluso antes de las pruebas obligatorias en Wuhan, muchas compañías en la ciudad habían tomado la iniciativa de realizar pruebas a todos sus empleados antes de que volvieran al trabajo porque se arriesgaban a un nuevo cierre si se encontraba una sola infección.

China también se ha embarcado en un estudio serológico para determinar el verdadero alcance de la propagación del COVID-19. Según el proyecto, los investigadores toman muestras de sangre de un grupo representativo de personas para ver si han generado anticuerpos para combatir el patógeno, una señal de que estuvieron infectados en algún momento.