Para la etapa de reapertura de la actividad económica global se anticipan quiebras de las empresas que no lograron resistir, y por lo tanto, desempleo, lo que se traducirá en afectaciones para el sector financiero, alertó Alejandro Werner, director del Departamento del Hemisferio Occidental del Fondo Monetario Internacional (FMI).

“Las implicaciones sobre el sector financiero llegarán. Vamos a ver problemas de reestructuras corporativas importantes en el sector turismo, la aviación, automotriz, etc. Puede empezar a tocar a instituciones financieras muy orientadas al crédito al consumo, a la evolución de la nómina”, dijo en el marco de una videoconferencia organizada por Área 9 Academia y la Universidad de Columbia.

“Esas instituciones financieras bancarias y no bancarias, muy orientadas a este tipo de créditos, van a ir teniendo ciertos problemas y esto va ir afectando la evolución económica en la etapa de recuperación y la va hacer más lenta, muy probablemente, de lo que habíamos anticipado en una primera instancia”, advirtió.

En el caso de México, Werner apuntó que otro de los grandes retos que enfrentará la economía local es la reconstrucción de la confianza para los inversionistas.

“Los riesgos de distorsión de las cadenas globales de valor con la pandemia, revalora la cercanía geográfica y eso es benéfico para México, pero para capitalizarlo tiene que reducir la incertidumbre”, dijo.

Detalló que en la estabilidad macroeconómica, el sesgo político de los gobiernos en curso no la alteran; sin embargo, en la parte microeconómica, “hemos visto dudas que han generado cambios sobre los inversionistas, que es parte de esta incertidumbre regulatoria. Cuando tienes instituciones sólidas da más certidumbre y es una parte que hay que reforzar”, dijo el funcionario.

Situación delicada
En una videoconferencia organizada por la Confederación Nacional de Cámaras Industriales (Concamin), José Luis de la Cruz, presidente de la Comisión de Estudios Económicos del organismo, señaló que el escenario inmediato de la reapertura de la economía, programada para arrancar de forma gradual a partir del 17 de mayo, es el de un debilitamiento en la demanda de productos y servicios en el mercado interno e internacional, y se fundamenta en una frágil confianza para los siguientes meses.

“Es el primer indicador que está mostrando el grado de afectación económica que en las manufacturas se observó”, dijo.

En abril, el Indicador de Pedidos Manufactureros en México se ubicó en 42.7 puntos, el más bajo desde que se tiene registro en 2004, e hiló tres meses consecutivos debajo del umbral de los 50 puntos.

“Si no hay confianza en la inversión, evidentemente la generación de empleo, y el crecimiento económico asociado a ello, también se debilita”, dijo De la Cruz.

En el evento organizado por la Concamin, representantes de diferentes sectores confirmaron el difícil panorama económico.

A la primera semana de mayo, la industria de la aviación tenía en tierra al 80 por ciento de su flota y las pérdidas estimadas para este año alcanzan los 5 mil 300 millones de dólares, según la Cámara Nacional de Aerotransportes (Canaero).

Con el COVID-19, el 80 por ciento de los restaurantes del país están cerrados y más de 30 mil lo hicieron manera definitiva, ya que solo 10 por ciento está adaptado para el servicio de entregas o de listo para recoger; la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac) estima que este año el PIB restaurantero caerá 30 por ciento, equivalente a entre 90 y 100 mil millones de pesos.

Por su parte, en los sectores de calzado y textil, el 70 por ciento de las empresas reportan caídas en sus ventas de entre 80 y 100 por ciento, y más de la mitad no están cobrando; en la industria del vestido, las ventas han caído en 95 por ciento, mientras que 95 por ciento de las empresas sufrió contracción del 100 por ciento en su cobranza, según datos de la Cámara Nacional de la Industria Textil (Canintex).

La industria de la construcción, con un impacto en 185 ramas de las 262 que tiene registradas el INEGI, llegó a la pandemia con un decrecimiento importante junto con toda su cadena productiva y a principios de mayo, al menos mil empresas de la construcción ya enfrentan serios problemas.

“Muy seguramente muchas de ellas ya no pueden sostener sus plantillas de trabajadores, estamos en una situación muy complicada”, dijo Eduardo Ramírez Leal, presidente de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC).

El impacto en el sector minero de mediados de marzo a mediados de abril, fue una caída de 47 mil 300 empleos y dos meses cerradas sus operaciones significa una caída de 2 mil millones de dólares en generación de divisas.

En el sector del autotransporte de carga, casi 58 por ciento de las microempresas redujeron su ingreso entre 91 y 100 por ciento, mientras que las pequeñas empresas lo contrajeron entre 71 y 80 por ciento, con datos al 15 de abril; además de que haber sido víctimas del asalto en carreteras.