Desinfección en la Plaza Garibaldi en la Ciudad de México.Foto Pablo Ramos

Acuerdos con el BID
Floreros y prepotencia
Banxico: “no vaya a ser…”

Encarrerado en consolidar su caracterización como el más rudo opositor empresarial a Andrés Manuel López Obrador (AMLO), el presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), Gustavo de Hoyos Walther, no dejó pasar ayer la oportunidad de decir que el Presidente de la República ni ayuda ni se deja ayudar y, aún más, miente.

En el papel del policía bueno, Antonio del Valle, presidente del Consejo Mexicano de Negocios (la entidad privada que negoció con el Banco Interamericano de Desarrollo un programa de créditos a empresas mexicanas), matizó al decir que AMLO había tenido un malentendido, pues el mencionado programa no implica ninguna obligación para el erario nacional: No hay aval crediticio alguno por parte de la Secretaría de Hacienda, no hay recursos del sector público, no se incrementa la deuda, es de operación privada.

Aún así, Del Valle aseguró que la secretaría a cargo de Arturo Herrera ha estado informada del plan de créditos del BID a micro, pequeñas y medianas empresas que son proveedoras de grandes corporativos. El propio BID, a través de su representación en México, aseguró que lo anunciado ya había sido informado a Hacienda y que en esta secretaría se había considerado bueno el proyecto.

El tema se proyectó desde la plataforma conocida como La mañanera. El Presidente de México dijo que no le parecían las formas correspondientes al anuncio hecho por el consejo empresarial y el banco de financiamiento antes mencionados. Preguntado acerca de si otorgaría su administración el aval al acuerdo anunciado este domingo, respondió: Ese aval no podemos otorgarlo, porque no queremos endeudar al país y queremos rescatar, primero, a los más necesitados.

También encarrerado, López Obrador se dejó ir: “Además, no me gusta mucho el ‘modito’ de que se pongan de acuerdo y quieran imponernos sus planes. ¿Se hace un acuerdo y ahora que Hacienda lo avale? ¿Y qué? ¿Nosotros estamos aquí de floreros? Imagínense que el Presidente se entera de que ya hubo un arreglo, que ya nada más van a pedirle que Hacienda avale. ¿Así se lo imaginaron? ¿O cuando dijeron ‘que el gobierno se adhiera a nuestro plan económico’? ¡¿Cómo?! Es mucha la prepotencia”.

Tres puntos resaltan del desahogo declarativo que tuvo ayer López Obrador: no le gusta el modito de esta parte de la élite empresarial; es decir, la forma en que ese segmento hace política y se relaciona con el máximo poder político, asentado en Palacio Nacional; el Presidente de México no es un florero; y son prepotentes quienes promueven que el gobierno federal se adhiera al plan económico propuesto por esos empresarios. Es decir, más allá del diferendo específico (los créditos negociados directamente por el Consejo Mexicano de Negocios con el BID), el desacuerdo es más amplio y, por lo que se ve, creciente.

Al anterior escenario complicado han de sumarse las inquietudes e insinuaciones del propio López Obrador ante la autorización del Banco de México para destinar 750 mil millones de pesos al apoyo de pequeñas y medianas empresas: pidió cuidar que los recursos realmente se destinen a tales fines y no vayan a servir para salvar a grandes corporaciones o bancos. Hay que tener mucho cuidado, porque el Banco de México es una institución autónoma y hay que respetar sus decisiones. Pero sus reservas no son del Banco de México, ni siquiera del gobierno, sino de la nación (…) no vaya a ser que se pretenda rescatar empresas que antes del coronavirus ya tenían problemas financieros.

Astillas: Irma Eréndira Sandoval Ballesteros, secretaria de la Función Pública, se convirtió en la primera pieza del gabinete presidencial en dar positivo en Covid-19 (desde el pasado 20). El reporte oficial dice que no tiene síntomas graves y que está en aislamiento, pero en excelente estado de salud y trabajando por vía remota. ¡Hasta mañana!

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