De izquierda a derecha con chaqueta negra y camisa blanca, Andreas Kalbitz y Björn Höcke (en el centro), destacados líderes del ala más radical de AfD durante una marcha en Chemnitz, en el este de Alemania, en 2018.JOHN MACDOUGALL (AFP)

Un paso más. La Oficina para la Protección de la Constitución alemana (BfV), los servicios secretos internos, ha decidido vigilar de forma oficial a Der Flügel (el ala), la agrupación más radical de Alternativa para Alemania, el partido de ultraderecha alemán. “Las posiciones de Der Flügel no son compatibles con la Ley fundamental”, ha advertido el presidente de la BfV, Thomas Haldenwang.

Los servicios secretos internos ya consideraron en enero 2019 a Der Flügel como sospechosa por sus declaraciones xenófobas e islamófobas. Ahora, tras más de un año de análisis y observación, sitúan al grupo oficialmente bajo vigilancia, lo que facilita por ejemplo las escuchas telefónicas o el uso de agentes infiltrados. “La observación ha demostrado que los indicios identificados en 2019 en contra del ordenamiento libre y democrático han aumentado”, aseguran los servicios secretos en un comunicado. No hay un registro oficial de adhesión a la agrupación pero los servicios secretos estiman que tiene hasta 7.000 miembros.

Der Flügel es un movimiento dentro de Alternativa para Alemania, alrededor del cual gravitan las figuras más extremistas y polémicas de la ultraderecha alemana. Björn Höcke, líder de AfD en Turingia, es la cabeza visible de un grupo que ha pasado de los márgenes del partido a ser una fuerza central en AfD. Eso ha sido posible en parte gracias al enorme apoyo recibido por AfD en las elecciones el año pasado en el Este de Alemania, bastión de Der Flügel.

Höcke es un político carismático y conocido por sus discursos en los que juega con las palabras para bordear el negacionismo del Holocausto. Sus intervenciones llaman además a una revuelta contra la multiculturalidad, que según Höcke equivale a “multicriminalidad”. Las soflamas islamófobas por parte de políticos de este ala son una constante.

Los servicios secretos destacan el peso creciente de los personajes más radicales dentro de la organización, así como los ataques a al orden constitucional y los principios fundamentales como la dignidad humana, la democracia y el Estado de derecho. Advierten además del despliegue de Der Flügel en los entornos ultraderechistas del país.

Islamofobia y racismo
La violencia de la extrema derecha es un problema creciente en Alemania, donde el pasado febrero un hombre mató a nueve personas en un atentado xenófobo. Una reciente encuesta de la televisión pública indica que dos tercios de los alcaldes de municipios de todo el país sufren ataques e insultos, buena parte de ellos procedentes de la ultraderecha.

El resto de partidos políticos alemanes acusan a AfD de incitar a la violencia con su discurso de odio y no dudan en calificar a Höcke como un “nazi”. AfD entró por primera vez en el Parlamento alemán tras las elecciones de 2017 con un 12,6% de los votos y 92 diputados.

“No debemos centrarnos solo en los extremistas violentos, sino también en los que incendian verbalmente. En los pirómanos intelectuales que azuzan deliberadamente el ultraderechismo, el antisemitismo, la islamofobia y el racismo para impregnarlo en la percepción diaria”, aseguró Haldenwang.

La inclusión de una sección de AfD en la lista de grupos bajo vigilancia envía además un mensaje de alerta a los votantes más moderados del partido protesta de ultraderecha.