Bernie Sanders y su esposa, Jane, el domingo en el Centro de Convenciones de Los Ángeles. En vídeo, Sanders defiende su elegibilidad ante Trump. EFE

Bernie Sanders lleva meses haciendo campaña en California con eventos cada vez más grandes de norte a sur del Estado. Este domingo, en Los Ángeles, la campaña del senador montó el evento más multitudinario de estas primarias, en el que miles de personas abarrotaron el Centro de Convenciones de la ciudad para escuchar al candidato que va primero en las encuestas para este martes. Fue una exhibición de capacidad de movilización en el Estado que, por su tamaño, puede dar el golpe definitivo a las primarias. “El candidato que gane en California tiene muchas posibilidades de ganar la nominación”, dijo Sanders.

Este era el gran evento de campaña de Sanders antes del supermartes, este 3 de marzo, cuando 14 Estados votan en las primarias demócratas. Fue una exhibición de capacidad de movilización. Estuvo acompañado por el grupo de hip hop Public Enemy Radio, la cantante chilena Ana Tijoux, la actriz Sarah Silverman y el actor Dick van Dyke, quien aparece en sus mítines en California desde la campaña de 2016. Según la campaña, 35.000 personas se apuntaron al evento. “Creo que tenemos la mayor movilización de la historia en unas primarias en California”, dijo Sanders. No era fácil discutirlo.

Sanders ha salido de los cuatro Estados tempranos de las primarias (Iowa, New Hampshire, Nevada y Carolina del Sur) como el claro favorito. Por detrás de él trata de consolidarse alguna opción moderada que puede contrarrestar su capacidad de movilización de minorías y jóvenes. El exalcalde Pete Buttigieg se retiró este mismo domingo.

Entre los cuatro primeros Estados repartían 155 delegados para la convención de la que saldrá el candidato demócrata que se enfrente a Donald Trump en noviembre. California por si sola elige 415. El segundo Estado más grande, Texas, elige 228. La condición de favorito de Sanders para llevarse la mayoría de los delegados del supermartes viene del hecho de su amplia victoria en Nevada, un Estado donde la clave está en la movilización de latinos y jóvenes. California y Texas, aunque son territorios mucho más grandes y complejos, también tienen un tercio de población latina. Las encuestas dan a Sanders alrededor del 30%, como en Nevada. Allí sacó un 47%.

Los esfuerzos para consolidar una alternativa a Sanders antes de que sea inalcanzable, sin embargo, tienen que esperar hasta después de California. Al menos tres candidatos piensan que tienen razones para no retirarse aún. La senadora Elizabeth Warren, porque considera que su apoyo real aún no ha sido medido y tiene dinero para seguir. El exvicepresidente Joe Biden, por su victoria en Carolina del Sur, donde demostró tener un enorme predicamento sobre el electorado afroamericano. Y el magnate Michael Bloomberg, porque después de gastar 500 millones de dólares en una campaña de televisión sin precedentes en Estados Unidos aún no se ha presentado a ninguna prueba real. Bloomberg apuesta todo a este supermartes.

Sanders ni los mencionó este domingo en Los Ángeles. Habló de su plan de sanidad universal, de revertir todas las políticas de inmigración de Trump, de prohibir el sistema de fianzas penales y las prisiones privadas, de legalizar la marihuana en todo el país y expurgar los antecedentes penales relacionados con esta droga. Ante el entusiasmo de sus miles de seguidores, proclamó: “Estáis poniendo muy nervioso al establishment”.