Vendedor de la Central de Abastos en Ciudad de México. CUARTOSCURO

La desaceleración de la economía mexicana se ha cristalizado en el último año. El Producto Interno Bruto de México cayó un 0,1% durante 2019, según los datos publicados este jueves por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). Esta es la primera vez en diez años que el crecimiento del país es negativo, algo que no había ocurrido desde 2009 cuando México se recuperaba de la crisis económica global.

La caída en el crecimiento del país ha marcado al primer año de Gobierno de Andrés Manuel López Obrador, quien ha buscado, en los últimos meses, herramientas para impulsar las actividades económicas. En noviembre, anunció un plan de infraestructuras de 42.000 millones de dólares para los próximos cinco años; además, esta semana ha creado un gabinete de crecimiento económico encabezado por Alfonso Romo, jefe de la oficina de Presidencia, para acelerar las inversiones que llegan al país.

López Obrador ha minimizado la información del Instituto de Estadística y ha señalado que aunque no exista crecimiento, las familias mexicanas tienen “más capacidad de compra”. “Están cambiando los parámetros para medir si tenemos bienestar en México. Como tengo otros datos, puedo decirles que hay bienestar. Puede ser que no se tenga crecimiento pero hay desarrollo y hay bienestar, que es bien distinto”, dijo en su conferencia matutina en Palacio Nacional. El mandatario comenzó su intervención diaria con un anuncio sobre el abasto de pollo y la rebaja en su precio. “Me importa mucho la economía familiar”, comentó.

El análisis del Inegi muestra que en el cuarto trimestre de 2019 la economía se contrajo un 0,3% respecto al mismo periodo de 2018. La mayor caída se encuentra en las actividades secundarias –la industria de manufactura, la minería y la construcción– que descendieron un 1,5%. Mientras que las actividades primarias –agricultura y ganadería– creció un 1,9% y las actividades terciarias –servicios– avanzó un 0,1%. Con el cierre del año, las últimas cifras demuestran que en los últimos meses la economía se estancó tras entrar en recesión en los primeros seis meses.

Durante 2019, el sector empresarial había señalado al Gobierno mexicano como el responsable de la desaceleración económica por dejar de impulsar proyectos de infraestructura y generar un ambiente de incertidumbre con la cancelación del nuevo aeropuerto de Ciudad de México. “En México se ha observado que durante el primer año de cada administración se da una desaceleración económica, ya sea por la curva de aprendizaje en los primeros meses del nuevo presidente, por la incertidumbre de nuevos funcionarios públicos, o por las decisiones de inversión y gasto público”, señala en su análisis el think tank México ¿Cómo vamos?.

López Obrador ha insistido en que existe un contexto económico adecuado para que en 2020 haya crecimiento. Su Administración confía en que la entrada en vigor del nuevo Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y Canadá (TMEC) y los ajustes de los últimos meses contribuyan a impulsar a los indicadores. El presidente mexicano había prometido al comenzar su Gobierno, en diciembre de 2018, que el país crecería un 4% al año.

Para 2020, las expectativas de crecimiento son ligeras. El Banco Mundial ajustó recientemente su estimación de 2% a 1,2%. Mientras que el Fondo Monetario Internacional (FMI) hizo un ajuste del 1,3% a 1%. Los analistas consultados por el Banco de México han señalado que el país podría crecer un 1%.