Derrick Rose fue el MVP de 2011 con los Toros. Fotos: AP

CIUDAD DE MÉXICO.- La fiebre mexicana por vivir la experiencia que envuelve a la NBA puede costar hasta 88 mil pesos por un boleto de primera fila en un sitio de internet de reventa permitida. Ese nivel alcanza la fama de un espectáculo que con el andar de 27 años fortalece su vínculo con un país que siempre le muestra su gran pasión y que este jueves celebra el primero de dos partidos programados esta campaña en la Arena Ciudad de México.

Mavericks y Pistones serán los primeros en brindarse ante los más de 20 mil aficionados que colmarán el inmueble el 12 de diciembre, con el fantástico esloveno Luka Doncic (guardia de los Mavericks), como parte de un suculento manjar de dos partidos con los que se conmemoran 30 en territorio nacional desde 1992, cuando la mejor liga de baloncesto del mundo observó hacia la frontera estadunidense del sur para encontrarse con una fiel afición tricolor con la que comenzó un dulce frenesí.

Doncic destaca con los Mavericks sobre la pléyade que en estos partidos darán el espectáculo en la duela de la Arena Ciudad de México. El esloveno es señalado como un contendiente legítimo para ser elegido como el Jugador Más Valioso (MVP) por sus explosivos primeros meses de temporada.

Del lado de los Pistones, que ejercen la localía administrativa, viene Andre Drummond, uno de los mejores defensivos de los años más recientes y el guardia Derrick Rose, ganador del MVP en 2011.

Para el duelo del 14 de diciembre entre los Spurs ante los Soles, vuelve el prolífico guardia Devin Booker, quien en enero de 2017 se dio un festín de puntos en los dos partidos que jugó con Phoenix ante Dallas y San Antonio al promediar 39 puntos. Los Spurs ahora presentan al delantero DeMar DeRozan como el elemento que resalta de su plantilla que este año está pasando demasiados estragos.

México se ha convertido en un vergel más allá de EU y Canadá para la NBA, que no deja de dar en el blanco al contemplar a la capital al hacer los calendarios de partidos de la temporada desde 2013.

De la tanda de 30 partidos a los que se llegaran con los dos programados este año, una oncena será de fase regular, en un vínculo que tiene seguro seguir fortaleciéndose al haber un pacto por los próximos años.

Y es que la afición mexicana se ha ganado la atención de la NBA al hacer de cada juego en la capital una experiencia exitosa como sucedió la campaña pasada, en la que el partido entre los modestos cuadros de Chicago ante Orlando registró una entrada de 20 mil 201 aficionados el 13 de diciembre pasado; dos días después, en el turno de Utah ante Orlando, la buena respuesta volvió a cumplir con las altas expectativas al registrarse un aforo de 20 mil 11 personas, ratificando que los mexicanos y la NBA gozan de un largo idilio que lleva 27 años de éxitos.