Partidarios de Evo Morales. Fuente: AP

Enfurecidos partidarios del expresidente boliviano Evo Morales erigieron este lunes barricadas en las calles que llevan al Aeropuerto Internacional ‘El Alto’, el más importante del país.

Densas columnas de humo negro emanaban de las barricadas en horas de la mañana en medio de la tensión en la capital, tras la renuncia de Morales.

En la ciudad de El Alto, los manifestantes erigieron un enorme mural con palabras de respaldo al exmandatario.

Más temprano, Morales deslindó su responsabilidad por el caos que vive el país tras su renuncia y culpó a los líderes de la oposición de haber orquestado un golpe de Estado para derrocarlo con las protestas que convulsionaron al país tras las polémicas elecciones del 20 de octubre.

“Los golpistas que asaltaron mi casa y la de mi hermana, incendiaron domicilios, amenazaron de muerte a ministros… ahora mienten y tratan de culparnos del caos y la violencia que ellos han provocado. Bolivia y el mundo son testigos del golpe”, escribió este lunes en Twitter.

Morales renunció el domingo tras 14 años en el poder, presionado por militares y en medio de masivas protestas y sospechas de que su victoria en las recientes elecciones fue producto de fraude.

La Paz, la capital política del país, amaneció este día en tensa calma tras una turbulenta noche de violencia. Turbas atacaron y saquearon comercios y las casas de exautoridades y de líderes opositores. Una flota de 15 autobuses municipales de transporte público fue incendiada. En la madrugada, la policía salió para repeler la acción de grupos vandálicos.

Las calles de la ciudad todavía seguían sin patrullaje policial. En otras ciudades se mantenían los bloques callejeros opositores. En Santa Cruz, bastión de la oposición, el líder cívico Luis Fernando Camacho llamó a mantener el paro en la ciudad por dos días más hasta que el Legislativo elija al sucesor de Morales.

Tras la renuncia del mandatario también dimitieron el vicepresidente Álvaro García, que a la vez era presidente de la Asamblea Legislativa. La presidenta del Senado, Adriana Salvatierra, y el presidente de diputados, Víctor Borda, renunciaron también a sus cargos.

No estaba claro que los legisladores fueran a reunirse esta jornada en sesión extraordinaria porque el partido de Morales, el Movimiento al Socialismo (MAS), controlaba casi dos tercios de la Asamblea y era necesario para el quórum.

Políticos y opositores insistieron en que el traspaso de poderes debía ser constitucional. “La Asamblea debe elegir al sucesor, no puede haber otra salida que no sea constitucional”, declaró el expresidente Carlos Mesa, segundo en los comicios por la alianza de centro Comunidad Ciudadana (CC).