Los problemas políticos de la NBA en China se extienden ahora también a Hong Kong. LeBron James ha pasado a ser el objetivo de las iras de los manifestantes antigubernamentales en el territorio semiautónomo chino. Muchas de los que protestan lo hacen ahora también quemando y pisoteando camisetas y fotografías de la estrella de los Lakers y de la liga estadounidense. Fue la reacción inmediata de los manifestantes a la posición que adoptó LeBron criticando el tuit del director general de los Houston Rockets, Daryl Morey -“Lucha por la libertad, apoya a Hong Kong”, el día 4 de octubre- y la posterior reacción de la NBA, que defendió la libertad de expresión tras la respuesta del gobierno chino suspendiendo la retransmisión de dos partidos y varios actos oficiales de los Lakers y los Nets en Shanghái y Shenzen.
Después de expresar su disconformidad con el comisionado Adam Silver por el comportamiento de la NBA en el asunto, LeBron James indicó este lunes: “No quiero entrar en una disputa verbal con Daryl Morey. Pero creo que no sabía lo suficiente de la situación en cuestión, y habló. O estaba mal informado o no sabía suficiente del asunto”. Y argumentó: “Muchas personas podrían haber sido perjudicadas no solo financieramente, sino también física, emocional y espiritualmente, así que hay que tener cuidado con lo que tuiteamos, decimos y hacemos. Sí, tenemos libertad de expresión, pero a veces hay ramificaciones negativas que pueden suceder cuando no estás pensando en los demás y solo piensas en ti mismo”. La estrella de los Lakers se refería al riesgo que corrieron los jugadores que estaban disputando los dos amistosos en China.
La reacción de los manifestantes en Hong Kong fue de apoyo a Morey, vilipendiado por muchos aficionados en China, y de rechazo hacia LeBron. Muchos aficionados se congregaron el martes e hicieron patente su ira hacia la figura de la NBA.
“La gente está enojada”, dijo a la agencia Associated Press James Lo, un diseñador web que dirige una página de aficionados de Hong Kong en Facebook. Otros aficionados consideran que los comentarios de James parecían estar más preocupados por el dinero que por las personas. “Solo se preocupa por el negocio, por el dinero y las pérdidas que podría causar a la NBA cualquier problema con China”.