Luego de emitir su voto, Ivonne Ortega Pacheco, candidata a la dirigencia nacional del Partido Revolucionario Institucional, denunció que la cúpula insiste en consumar un fraude en la jornada electoral de este domingo.Foto Óscar Rodríguez

Aislar al PAN, apoyar a Morena
Temacapulín: hoy, día clave
V.M. Toledo: irracional desaparecerlo

La confirmación de la cargada a favor de Alejandro Moreno, gobernador con licencia de Campeche, para presidir el Comité Ejecutivo Nacional del Partido Revolucionario Institucional (PRI) tendría las siguientes consecuencias, si es que el tribunal electoral convalida el sucio proceso dominical o si sucede que los opositores internos ni siquiera presenten objeciones bien fundadas contra Alito (tal es el diminutivo siempre usado para referirse a Alejandro, ahora reclasificado como AMLitO):

1) El PRI se atrinchera en sus gobernadores (cada vez menos) y sus correspondientes tesorerías para tratar de sobrellevar la crisis en que los metió el triunfo electoral de Morena y su candidato presidencial. Alejandro Moreno es una depurada representación del priísmo más repudiado en cuanto a discurso (la demagogia clásica), operación (la elección interna de ayer fue señalada como un fraude) y enriquecimiento grupal o personal (la mansión de Alito en Campeche es un ejemplo escandaloso).

2) Si las credenciales de Alejandro Moreno son preocupantes, también lo son las de la candidata a la secretaría general: Carolina Viggiano Austria. Su familia forma parte de las páginas del más rudo cacicazgo de su natal estado de Hidalgo y su propia historia se ha escrito en cargos y circunstancias relacionadas con los densos intereses de los grupos dominantes de esa entidad donde no ha habido alternancia de siglas partidistas en el gobierno estatal. Es esposa de Rubén Moreira Valdez, gobernador de Coahuila, hermano este (totalmente distanciado) de Humberto, quien también gobernó esa entidad norteña y presidió el PRI a escala nacional.

3) Esta nueva directiva priísta buscará aislar y hacer innecesaria la valía aritmética del Partido Acción Nacional en las cámaras legislativas federales: este PRI, con bandera blanca en lo práctico (el discurso puede ser estridente, pero no pasa de ahí: son valores entendidos), tratará de cruzar su desierto sexenal sin pelearse en lo sustancial con AMLO-Morena-gobierno y, en lo crucial, apoyándolo con votos en el Poder Legislativo (así se manejó el tricolor con Fox y con Calderón).

Y 4) Estos entendimientos PRI-MORena podrían implicar la continuidad de la política actual de intocabilidad de los personajes corruptos del pasado reciente (un par de las excepciones podrían ser Rosario Robles Berlanga y Emilio Lozoya, aunque sus expedientes actuales apuntan a sanciones menores, atenuadas).

Hoy, a las siete de la noche, el presidente de la República recibirá en Palacio Nacional a representantes de las comunidades jaliscienses de Temacapulín, Acasico y Palmarejo, que desde hace 14 años luchan para que el proyecto de construcción de la presa El Zapotillo no signifique la inundación de sus pueblos. La resistencia de esos habitantes ha evitado, hasta ahora, que se concrete tal proyecto que comparten los gobiernos de Jalisco y Guanajuato. Según los propios pobladores, los titulares de esos gobiernos (Enrique Alfaro y Diego Sinhue Rodríguez Vallejo, respectivamente) serán recibidos una hora antes, para definir posturas frente a AMLO.

La presión para que se ordene avanzar con la obra, y la consecuente expulsión de los pobladores (a menos que decidieran morir ahí ahogados), llevó al coordinador del Consejo de Cámaras Industriales de Jalisco, Rubén González Uyeda (de la firma lechera Sello Rojo) a pedir a esos pobladores que se sacrifiquen por el bien general, dejando sus casas. En cambio, el secretario federal del Medio Ambiente, Víctor Manuel Toledo, dijo el pasado 30 de julio: Me bastaron 15 minutos para percatarme que Temacapulín en un pueblo originario, lleno de cultura, con historia, de talentos, artesanos, pescadores, y por supuesto que el acto más irracional es que este pueblo desaparezca. Añadió Toledo: Hoy las presas son una especie de mastodonte pesado que ya no funcionan, es una tecnología obsoleta; la posibilidad de avanzar, no es nada fácil, pero es posible. ¿Qué posición asumirá el presidente López Obrador? ¡Hasta mañana!

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